Una enfermera de Carolina del Norte filmó dos pulmones arriba de una mesa. A la derecha, de color rosado, los de una persona no fumadora. A la izquierda, de un negro opaco y desagradable, los de alguien que fumó un paquete de cigarillos al día durante 20 años.
La idea de esta profesional fue tan impresionante como efectiva. Sirve para persuadir a aquellos que todavía buscan excusas para dejar de fumar a que no pierdan más tiempo con el tabaco.
Para graficar el desastre que produce el humo de nicotina, la enfermera muestra primero cómo funcionan los pulmones fumadores.
Mientras los pulmones ennegrecidos casi no reciben el aire, apenas se inflan y se desinflan rápidamente, los otros hacen su trabajo a la perfección. La diferencia es notable.
"Son pulmones con EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica], pulmones cancerosos, la elastancia desapareció, por lo que se estiran, pero luego el retroceso es instantáneo", explica la enfermera.