Todo comenzó cuando el periodista Pablo Silva se comunicó con una productora de Susana Giménez, alertándola sobre unos videos porno de Lucía Celasco, nieta de la diva.
Debido a la delicada situación, la conductora decidió llamar a su abogado, Fernando Burlando, para solucionar el problema. Según Silva, un desconocido le ofreció comprar los videos pero él no aceptó y, al final, el periodista terminó imputado por "intento de extorsión" y allanaron su casa.
Después del mal momento que le tocó vivir, Silva habló con Farándula Show y contó detalles del operativo que se llevó a cabo en su vivienda. "Me ofrecieron un video e intenté actuar de buena fe, por eso contacté a la mano derecha de Susana. Cayó un allanamiento en casa el día domingo, un día antes de irme de vacaciones, y se llevaron todo, hasta la play de los chicos. Fue una situación muy incómoda porque mi esposa está recién operada", relató.
Y agregó: "Hubo acoso, persecución, un timbreo por todo el edificio... La del video era la nieta de Susana. Yo pedí una captura. Busqué en sus redes y me fijé cómo está actualmente. Me comentaron hasta de qué dispositivo lo sacaron. Me dio hasta pudor pasar la imagen".
Por último, le mandó un mensaje a Susana: "Si querés comunicarte conmigo no tengo ningún problema. Yo traté de actuar de buena fe y no estoy pidiendo trabajo, plata ni nada. Si querés que esto sea menos mediático vas a tener que hablar con tu abogado, porque yo tampoco quiero que muestren mi intimidad".