Después de casi un año de pulseadas judiciales, la Corte Suprema de Estados Unidos apoyó este lunes a la última versión del veto migratorio del presidente Donald Trump, que prohíbe la entrada por tiempo indeterminado de los ciudadanos de Libia, Siria, Yemen, Somalia, Chad y Corea del Norte.
Ni bien Trump firmó este último veto, gobiernos opositores de varios estados y organizaciones de derechos civiles apelaron nuevamente ante la Justicia y consiguieron otro amparo.
Sólo una parte mínima de la normativa pudo ser implementada en octubre: el endurecimiento de los controles para los ciudadanos iraníes y el veto migratorio completo a la primera plana del gobierno venezolano y sus familiares directos.
El resto fue considerado por dos jueces federales de primera instancia de Hawái y Maryland como una mera reedición de las medidas discriminatorias de los primeros dos vetos contra musulmanes, que violaban la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de culto.
A través de una breve orden judicial, la Corte aprobó una petición del gobierno de Trump para eliminar las restricciones impuestas por tribunales inferiores a la última versión del veto migratorio proclamado el 24 de septiembre, informó la agencia de noticias EFE.