El papa Francisco, simpatizante reconocido de San Lorenzo, recibió este miércoles de obsequio en el Vaticano un automóvil Lamborghini "Huracán", precisamente el nombre del clásico rival futbolístico del club de Boedo.
El pontífice argentino recibió el auto pese a que los directivos del holding automotriz no tomaron en cuenta que el modelo llevaba el nombre del club de Parque de los Patricios. Francisco, con corazón "cuervo", firmó el Lamborghini Huracán blanco con detalles de oro amarillo, colores que identifican al Vaticano, y dispuso que el vehículo sea subastado para destinar su recaudación a obras de caridad.
El vehículo tiene en Italia un precio de mercado de 219.000 dólares, pero según los especialistas la subasta de la versión "papal" puede superar ampliamente esa cifra.
La Oficina de Prensa del Vaticano informó que Francisco decidió subastar el automóvil a través de la casa Sotheby's y repartir lo recaudado en varios proyectos humanitarios.