El jefe de Gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, apostó hoy por el diálogo y la mediación con el Estado español y evitó poner fecha a una declaración de independencia en la región.
"Este momento pide mediación. Hemos recibido diversas propuestas en las últimas horas y recibiremos más. Pero nunca hemos recibido una respuesta positiva del Estado a todas las propuestas", dijo en un discurso televisado.
"Protegeremos el derecho del conjunto de los ciudadanos a expresarse libremente y lo haremos con el compromiso de tener una puerta abierta siempre al diálogo. Y no nos moveremos de aquí ni del compromiso de serenidad y firmeza", agregó.
Asimismo, criticó duramente al rey Felipe VI, acusándolo de "haber decepcionado a mucha gente en Cataluña que lo aprecia" por no haber hecho referencia a opciones de diálogo ni a los heridos en los enfrentamientos con la policía.
"Las aspiraciones del pueblo catalán han sido tratadas de criminal e ilegítima. Y así no (...) El rey hace suyo el discurso y las políticas del gobierno de Rajoy, que han sido catastróficas en relación a Cataluña, ignora deliberadamente a los millones de personas que no pensamos como ellos y que han sido víctimas de una violencia policial que ha helado el corazón a medio mundo", sostuvo.