La muerte de Mónika caló hondo en el doctor Cormillot, ya que pese a haber estado separado desde 1976 era su fiel compañera y madre de sus dos hijos, Adrián y Reneé.
A sus 75 años, Mónika falleció el pasado 2 de septiembre a raíz de un cáncer de pulmón que le habían diagnosticado en 2015. Y Alberto Cormillot, quien había delegado todos sus negocios en ella, confesó que se encuentra totalmente perdido en su vida.
"La extraño mucho. Muchísimo. Me dejó un agujero en el alma. ¿Viste que siempre dicen que nadie es indispensable? Mónika ponía en duda eso: era indispensable (...) Ella trabajó acá hasta el último día. Para mí, estuvimos 56 años juntos", relató Cormillot a la revista Gente.
"Siempre nos llevamos bien. Eso no cambió. Ella manejaba todo, incluido lo económico. Le tenía confianza absoluta. Yo no sé hacer un cheque... Ahora tengo que aprender, y estoy grandecito (...) Me despedí, le dije que la quería... Ella no sabía que yo me estaba despidiendo. Estaba muy confusa, tenía falta de oxígeno, decía que se ahogaba", manifestó el reconocido profesional de la salud.
Por último, Cormillot rememoró su lujosa luna de miel para la época: en 1963 estuvieron viajando tres meses por México, San Francisco, Los Ángeles, Nueva York, Londres, París, Madrid, Roma, Milán, Capi, Egipto, Grecia, Barcelona y más.