Aunque aún no hay un protocolo uniforme que regule la noche en la costa, lo que sí es seguro es que los controles serán estrictos en dos puntos: el distanciamiento social y el control sobre el consumo de alcohol. "Para que no se repita el descontrol del verano europeo", dijeron a diario "Clarín" fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense.
"Nuestro rubro está destruido por la pandemia. Pero hay que hacer cosas ejemplificadoras", señala . Gustavo Palmer, vocero de la Cámara Empresaria de Discotecas y Bares de la provincia de Buenos Aires (Cedibba).
No habrá eventos multitudinarios en la playa, las noches serán "burbuja" y los grandes boliches estarán ausentes. Pero sí se podrá salir a cenar casi con normalidad y en las casas, los asados con invitados serán la estrella de la temporada.
"Presentamos el protocolo de bares al aire libre y nos dieron el aval. La mesas van a estar a dos metros entre sí, con cuatro comensales máximo en cada una. Los bartenders y meseros, con barbijo y máscara. Los clientes, solo barbijo", explica Palmer. Es un protocolo detallado para la noche en la costa. En las semanas venideras, cada municipio de la costa tendrá que formalizar qué estará permitido o no a la noche.
El protocolo que menciona Palmer va a ser para los boliches, que pasarán a la categoría de bares y no podrán exceder el 25% de su capacidad. Se prevé la presencia de alcohol en gel en la barra y en cada mesa. En las cajas, tendrán que usar guantes de látex y habrá una habilitación para las mesas "de parado" tanto en veredas como en las terrazas.
"Está la posibilidad de que cada uno de los intendentes regule la situación de realizar al aire libre algunos eventos. Pero ahí tienen que asegurar que haya decks de madera de dos metros y medio por dos metros y medio, para separar a las personas", sigue Palmer. "Realizando bien las cosas, va a haber joda en Mar del Plata, que ya dio el OK y esperamos que también lo haga Pinamar", sostiene Palmer.
Emiliano Felice, secretario de Turismo de Villa Gesell, sostiene que allí se habilitará la apertura de bares hasta las 4.30, pero no se podrá beber o bailar parado en espacios cerrados. "El bar es bar y el boliche es otra cosa, necesita habilitación. No pueden abrir", aclaró Felice.
En Mar del Plata "los boliches que también tengan habilitación de gastronomía podrán funcionar, si se puede acomodar la gente hacia el exterior. El Municipio permite que usemos espacios públicos si los vecinos dan el OK. Los boliches que dan a la playa van a estar bien, los complicados van a ser los del centro", detalló a Julio Rodríguez, empresario gastronómico y dueño de "Bruto", un boliche referente en Playa Grande.
"Como no tenemos boliches, ese protocolo de la Cámara no nos serviría. Nosotros nos regimos por los protocolos de la Provincia. Si llegáramos a tener protocolos propios, deben ser autorizados por el Gobierno antes", explican desde el Municipio de Pinamar, que también abarca a Cariló y Valeria del Mar.
En cuanto a la noche en las playas, Palmer previene; "Va a haber muchas fiestas clandestinas, sin ningún protocolo. Va a haber el doble de contagios. Nosotros somos profesionales de la noche. Si tenemos esos eventos, con cuidados exigentes, paramédicos y ambulancias, haríamos que las fiestas clandestinas no tengan por qué suceder".
"Hace dos años se controla el ingreso nocturno a la playa. No está permitido. Y no se controlará la cantidad de personas por grupo que haya en la arena", dice Felice sobre Villa Gesell.
En este punto, Martín Yeza, intendente de Pinamar, dice que el control será a los comercios, no a los turistas. "Pero —agrega—, como en cada temporada, trabajamos en la responsabilidad individual y más aun en la responsabilidad parental".