Desde la semana pasada se hunde en San Pedro el remolcador Comandante General Irigoyen. Se trata de un buque que participó en tareas en la Guerra de Malvinas y que desde 2010 funciona como museo. Tanto los vecinos como la Armada Argentina tratan de salvar al buque, al que le entra agua y de manera progresiva se sumerge en las aguas.
El secretario de Gobierno de San Pedro, Silvio Corti, explicó que la Armada "llegó rápidamente a hacerse cargo de la situación, con buzos y técnicos que trabajan día y noche para tratar de sacarle el agua el buque y evitar un posible derrame de hidrocarburos".
Según detalló Corti se taparon la mayor parte de los lugares en los que entraba el agua, pero que las tareas todavía no se terminaron y que queda mucho trabajo por hacer. "Una vez que esté completado el trabajo se activarán bombas para drenar el agua de la embarcación", puntualizó.
Uno de los desafíos de los especialistas es evitar que se corten todas las amarras de la embarcación, ya que en ese caso se podría producir una situación de peligro, dado que el buque podría quedar a la deriva sin control aguas abajo en el río por la velocidad de la corriente.
El ARA Comandante General Irigoyen fue construido en 1944 en Estados Unidos y participó como nave de apoyo y rescate en la Segunda Guerra Mundial en el Océano Pacífico, con el nombre de USS Cahuilla. Fue vendido a la Armada Argentina en 1961, se renombró e integró la Fuerza de Tareas 50 en la Guerra de Malvinas.
El buque, que fue dado de baja, lleva su nombre en recuerdo del Comandante General de la Marina Matías de Irigoyen, que se desempeño en ese cargo.
En febrero de 2010 el municipio de San Pedro y la Armada firmaron el convenio para que formara parte del patrimonio local. La comuna lo acondicionó, y luego el buque se convirtió en un museo.
Con información de TN.