Estados Unidos está a la espera de los resultados finales de las elecciones de esta semana, con el candidato demócrata Joe Biden muy cerca de convertirse en presidente electo mientras el republicano Donald Trump sufría su primer revés en su polémica ofensiva legal para detener el recuento en estados decisivos.
Biden seguía hoy a solo seis de los 270 votos electorales que una candidato necesita para ganar la Presidencia de Estados Unidos, una cifra que alcanzará ganando en cualquiera de los cuatro estados donde aún sigue el escrutinio y donde todavía no fue proyectado un vencedor: Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y Nevada.
En Nevada, Biden estiró fuertemente su ventaja en unos 4.000 votos, desde los 7.647 a casi 12.000, informaron autoridades electorales al anunciar una nueva tanda de votos escrutados.
En Georgia, en tanto, un juez rechazó una demanda interpuesta ayer por la campaña de Trump para que se frenara el recuento hasta que se desecharan votos recibidos por correo y se fiscalizara que el escrutinio estaba cumpliendo con todas las leyes.
En Pensilvania, un juez falló a favor de otro recurso presentado ayer por la campaña de Trump para que se permitiera que los fiscales de mesa del Partido Republicano estuvieran más cerca de los lugares donde se procesan y cuentan los votos enviados por correo.
La campaña de Trump celebró el fallo como un gran triunfo, pero especialistas estimaron que no debería tener consecuencias sobre el resultado de la elección en el estado.
El juez desechó denuncias de irregularidades en el escrutinio, que por lo tanto seguirá adelante, contrariamente a los deseos de Trump de que se interrumpiera.
En Georgia, la ventaja era para el republicano, pero se iba achicando cada vez más a medida que progresaba el escrutinio.
También hoy, referentes republicanos cercanos al mandatario interpusieron hoy una nueva judicial, esta vez en Nevada, para que se detenga el conteo de miles de votos que ven como "ilegales".
La campaña del mandatario también recurrió ayer a la Justicia para que frenar el conteo de los votos por correo en Michigan, donde Biden fue proyectado como ganador por las principales cadenas de noticias.
Trump dejó claro que no aceptará la derrota sin cuestionarla tanto en lo discursivo como en lo judicial. "Ganamos esta elección", dijo desde la Casa Blanca ayer, cuando denunció que había habido "fraude".
El presidente recurrió hoy a Twitter para volver a pedir que se frene el conteo de los votos. "Cualquier voto que haya llegado después del día de las elecciones no será contado", escribió hoy el presidente en Twitter. "Detengan el conteo", agregó.
Trump acumulaba 214 votos electorales, contra los 264 de Biden.
Las extraordinarias acusaciones de fraude electoral en su contra del Presidente de la primera potencia mundial no fueron avaladas hasta ahora en público por ningún dirigente de su Partido Republicano, y ya empezaban a tener fuertes repercusiones internacionales.
El jefe de una misión de observadores electorales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) acusó hoy a Trump de "flagrante abuso de poder" por haber pedido la interrupción del recuento de votos de las elecciones presidenciales de esta semana antes del fin del proceso.
"Lo que es verdaderamente perturbador, es que el jefe de Estado norteamericano haya pedido el fin del recuento desde la Casa Blanca, es decir, con todos los símbolos del poder a su alrededor, debido a su supuesta victoria, dijo el diputado alemán Michael Georg Link al diario Stuttgarter Zeitung.
"Fue un flagrante abuso de poder", agregó.
Sin declararse vencedor, Biden, de 77 años, dijo ayer que confiaba en ganar la Presidencia y subrayó que "cada voto debe contarse"."Mantengan la fe. Vamos a ganar", insistió hoy por Twitter.
"Cada votos debe ser contado", agregó por la red social.