Un verdadero escándalo se desató el último sábado tras el partido entre Sochaux y Valenciennes, por la Segunda Divisón del fútbol de Francia, cuando un futbolista mordió a un rival en la cara.
El partido terminó igualado sin goles. Y durante los 90 minutos de juego hubo mucha tensión y pierna fuerte: el árbitro cobró un total de 44 faltas (22 por equipo).
Tras el pitazo final, los jugadores de ambos equipos comenzaron a discutir en el campo de juego y a empujarse. En ese momento, el futbolista del Sochaux Ousseynou Thioune se acercó al arquero del Valenciennes, Jerôme Prior, y le mordió la cara tras un breve intercambio de palabras.
Todo quedó registrado en las imágenes de televisión, en las que también se puede ver como Prior se queja del mordisco mientras se señala una marca con sangre en la mejilla.
"Estaba en los vestuarios y no lo he visto. Jerôme tiene un mordisco en la mejilla", declaró tras el incidente el entrenador del Valenciennes, Olivier Guégan.
Tras retirarse del campo, Prior acudió al árbitro y le explicó que había sido mordido por un rival, según dijeron los comentaristas de la transmisión televisiva.