A pesar del ajuste del cepo y del virtual feriado cambiario de tres días, el Banco Central volvió a cerrar otra semana con posición vendedora y con menos reservas, por lo que el drenaje de divisas continúa.
El endurecimiento el cepo fue anunciado el martes. Desde entonces, los bancos públicos y privados no volvieron a vender dólares a sus clientes debido a que no tienen sus sistemas informáticos actualizados.
Si bien los bancos no están vendiendo, los precios minoristas se mueven acorde a lo que pase en el mercado mayorista. El viernes se ubicó en 79,59 pesos en la punta vendedora. Pero incluyendo el impuesto PAÍS del 30% y la retención de Ganancias del 35%, el valor real fue de 131,32 pesos.
El precio del dólar blue, en ese contexto, cerró la semana con un alza del 6,9%, en 140 pesos, tras tocar los 145 pesos. Y los dólares bursátiles, a los que el Gobierno también quiere bajar, fueron en esa dirección: el MEP subió 3,6% a 129,72; y el "contado con liqui" avanzó 8,7%, a 137,30 pesos.
El Banco Central continuó con su estrategia de devaluación por goteo. En la semana, el tipo de cambio mayorista subió 47 centavos, hasta los 75,38 pesos. Este viernes se operaron 169,7 millones en este segmento y por falta de oferta, el Central tuvo que vender 30 millones.
Gustavo Quintana, de PR Operaciones de Cambio, señaló que desde el nuevo cepo, el Central compró 40 millones el lunes y 15 millones el miércoles, pero vendió 70 entre jueves y viernes. Esto indica que a pesar de las nuevas medidas, la presión continúa. El Central dijo que sus reservas –en las que inciden múltiples variables, como el precio del oro- bajaron 21 millones de dólares en la semana y cerraron en 42.433 millones.
Las medidas para contener la sangría, generaron malestar. El indicador riesgo país cerró ayer en 1.258 puntos básicos, por lo que subió nada menos que 13,54% en la semana. Los flamantes bonos soberanos (que surgieron del canje) y las acciones de las empresas sufrieron fuertes pérdidas también debido al enrarecido clima económico y financiero.
Este viernes, el Foro de Convergencia Empresarial se quejó por el ajuste del cepo, principalmente en lo que tiene que ver con las limitaciones al mercado cambiario para que las empresas puedan pagar sus deudas. Eso “coarta cualquier posibilidad de nuevo financiamiento al sector privado”, dijo el Foro. Y señaló que junto con la regulación de las telecomunicaciones y otras medidas como el impuesto a las fortunas, el Gobierno va en la “dirección contraria a la recreación de un clima de inversión”.
Miguel Pesce, presidente del Banco Central, salió contestó que al pedirle a las empresas que busquen refinanciar sus deudas "no está forzando a nada" sino que les está solicitando que "se sienten con sus acreedores y traten de reestructurar".
“Hay que hacer una administración inteligente de los dólares que hay”, agregó el vice de la entidad, Jorge Carrera. Y explicó que las alternativas eran: lo que se hizo, un desdoblamiento o directamente una devaluación total. “Desde enero, las empresas pagaron deuda por 15.000 millones de dólares. Estaban anticipando pagos. Y eso generaba que el Banco Central no pueda sumar reservas, además de las compras que había para dólar ahorro”, dijo.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.