Al menos 73 personas murieron y más de 3.500 resultaron heridas tras una explosión de grandes proporciones que se produjo el martes en el puerto de Beirut por causas aún bajo investigación, informó a la agencia Efe una fuente del Ministerio de Salud.
El primer ministro decretó el miércoles como jornada de luto nacional en homenaje a las víctimas.
"Es una catástrofe en todos los sentidos", lamentó al ser interrogado por la televisión cuando visitaba un hospital de la capital. "Los hospitales de la capital están todos llenos de heridos", subrayó, antes de pedir que se trasladen a otros heridos a los centros hospitalarios de las afueras de la capital.
Vídeos difundidos en las redes sociales mostraron una primera explosión seguida de otra que provocó una gigantesca columna de humo. Las deflagraciones hicieron temblar edificios vecinos y provocaron la rotura de vidrios a varios kilómetros a la redonda.
El presidente Michel Aoun convocó una "reunión urgente" del Consejo Superior de Defensa y el primer ministro decretó un día de luto nacional para este miércoles.
"Es una catástrofe dentro (del puerto). Hay cadáveres en el piso. Ambulancias se llevan los cuerpos", dijo a la AFP un soldado en las cercanías del puerto.
Los medios locales difundieron imágenes de personas atrapadas en los escombros, algunas cubiertas de sangre.
Dos horas después de la explosión, las llamas seguían vivas en la zona. Un helicóptero cargaba agua del mar para apagar los incendios.