El papa Francisco recibió a Gabriela Michetti en Santa Marta y hablaron durante una hora

"Una alegría enorme volver a encontrarme con el Papa Francisco, con quien mantuve una muy linda charla", escribió la vicepresidenta en Twitter.

El papa Francisco recibió a Gabriela Michetti en Santa Marta y hablaron durante una hora
El Papa con Michetti

El papa Francisco recibió hoy en "audiencia privada" a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, en su residencia de Santa Marta en el Vaticano, donde conversaron alrededor de una hora, informaron fuentes oficiales.

La vicepresidenta mantiene una relación con el Sucesor de Pedro desde la época en que Jorge Bergoglio era cardenal y Arzobispo de Buenos Aires. En octubre pasado, Francisco había recibido al presidente Mauricio Macri en el estudio anexo al Aula Paulo VI del Vaticano. Kaddour Centro de Elongación

"Las relaciones están intactas, son como permanentes y fue como haber retomado la charla. Necesitaba retomar ese calorcito de tu pastor", aseguró la número dos de Mauricio Macri, radiante.

En el "reencuentro", no faltó humor. "¿Le sacó plata a los árabes?", bromeó Francisco, al preguntarle a Michetti sobre su reciente gira por Medio Oriente. Entonces, hubo carcajadas, contó la vicepresidenta, que destacó que lo vio muy bien al Papa. "Está más flaco y se lo ve muy sereno, en paz", subrayó.

Al final, cuando me regaló sus dos exhortaciones apostólicas -La alegría del Evangelio y Amoris Laetitia- y su encíclica - Laudato Sí -, también se mató de risa porque nosotros teníamos un ritual cuando nos veíamos: cuando yo llegaba me tenía preparada una pila de libros con algunas páginas marcadas con post-it de color que decían 'esto es para su lectura espiritual', 'esto es para su lectura política'. Y cuando me dio sus libros, al final, le dije: '¿y ahora ningún papelito?", relató. Francisco también le obsequió un rosario de perlas "divino" y una medalla de la Virgen.

Michetti, por su parte, le regaló una estatuilla de madera, pintada a mano por artesanos de la Virgen del Panecillo, que compró recientemente en Quito, Ecuador. "No iba a llevarle la Virgen de Luján, o cosas típicas argentinas, que ya tiene, sino que me pareció que es también algo nuestro, y al Papa le encantó".