El 21 de junio del año pasado, el Gobierno birmano impuso un bloqueo de Internet en el oeste del país por su conflicto con la organización armada del Ejército de Arakán (AA). Esto creó un "agujero negro" que impide la llegada de ayuda humanitaria e información sobre la pandemia de Covid-19.
Se trata del apagón más largo del mundo, que ahora fue prologado hasta el próximo 1 de agosto. Organizaciones de derechos humanos repudian la medida, e incluso varias embajadas occidentales en el país emitieron un comunicado demandando su levantamiento. El acceso a Internet es considerado un derecho básico de todos los seres humanos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"El bloqueo de Internet ha creado un agujero negro. Información básica para el funcionamiento de la sociedad desaparece y hace difícil evaluar el volumen de la ayuda que se necesita", señaló a EFE la diplomática holandesa Laetitia van den Assum.
El conflicto entre el Ejército birmano (conocido como Tatmadaw) y la guerrilla etnonacionalista del AA se recrudeció y se instaló a partir de enero de 2019. Ya desplazó a más de 130.000 personas en las remotas zonas del norte de Arakan y el sur del estado Chin, donde el bloqueo a Internet no logró doblegar a los insurgentes.
El apagón está acompañado de restricciones al acceso de organizaciones de ayuda humanitaria, lo que está provocando que los habitantes de algunos pueblos ni siquiera sean conscientes de la pandemia de coronavirus y que se desconozcan las carencias de alimentos y agua en una de las zonas más empobrecidas de Birmania.
El pasado 23 de marzo, el AA fue declarado "organización terrorista" por el Gobierno que lidera la premio nobel de la paz Aung San Suu Kyi. El AA, que cuenta con unos 6.000 efectivos, fue creado en 2009 por un grupo de estudiantes de la etnia Rakáin para luchar por la autonomía del estado, y cuenta con el apoyo de mayoría de la población local.
Fuente: EFE.