Cuando parece que la negociación de la deuda externa está al borde de naufragar, el Gobierno salió al mercado local a colocar títulos en pesos y los inversores le ofrecieron más de lo previsto, por lo que la emisión alcanzó los 135.000 millones de pesos.
Con esta maniobra, el ministro de Economía, Martín Guzmán, reaseguró el pago del vencimiento del lunes próximo por 130.000 millones de pesos de los Bonos del Tesoro en pesos a tasa de política monetaria (TJ20, en la jerga financiera).
Según precisó el ministerio de Economía, recibió 356 órdenes de compra para suscribir instrumentos de deuda pública por un total en conjunto de 129.257 millones de pesos en valor nominal.
Esto fue adjudicado en su totalidad y representa un valor efectivo adjudicado de 135.000 millones de pesos, dijo la cartera. Es más que los 120.000 millones que Guzmán esperaba captar.
El Gobierno no precisó, no obstante, cómo estuvo conformado el grupo de compradores, por lo que se desconoce qué rol jugaron los bancos públicos y privados y si la Anses tuvo alguna participación con su Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
Aseguraron el pago del TJ20
Con esta colocación récord, el Gobierno logró "rollear" el vencimiento del TJ20, del cual tiene el 65% (según estimaciones del mercado) el fondo Pacific Investment Management Company (PIMCO), que también pulsea por la deuda externa.
El Gobierno renovó el 85% de los vencimientos por 158.000 millones de pesos de la semana que viene pero todavía tiene que hacer otra licitación en lo que queda de junio, dado que el stock de vencimientos alcanza los 220.000 millones de pesos.
Fuentes oficiales indicaron a Vía País que los inversores que compraron o renovaron sus posiciones en pesos este jueves adquiriendo Ledes, Lebad y Lecer podrán usar esos papeles con vencimientos para suscribir los títulos en dólares que se emitirán a partir de agosto.
Esas licitaciones se realizarán el 7 de agosto, el 25 de septiembre y el 27 de noviembre. Las tres serán por montos iguales: 500 millones de dólares. Y con el envío al Congreso del Proyecto de Presupuesto 2021, se comunicará el calendario de estas operaciones para el próximo año.
Es la manera que propone Guzmán a los inversores extranjeros que compraron deuda en pesos (durante el gobierno de Mauricio Macri) para darles una salida ordenada. Y con esto alarga los plazos, mejora las tasas y evita presiones extra sobre el mercado cambiario.
También es un “endulzante” para fondos de inversión extranjeros como Pimco que no sólo están pulseando en la reestructuración de la deuda en dólares emitida bajo ley neoyorquina, sino que también tienen inversiones en instrumentos en moneda local.
La batalla externa
Los activos en dólares de la Argentina registraron no obstante una pésima jornada dado que se conoció anoche –a última hora- que Guzmán y los acreedores externos aún mantienen posiciones distantes en torno a los papeles que el país pretende reestructurar.
El indicador riesgo país, que elabora la banca estadounidense JP Morgan, subió 2,3% en el arranca de la jornada y se ubicó en los 2.614 puntos básicos. Y los bonos mostraron caídas de hasta el 6,9% en el arranque de las cotizaciones en Nueva York.
El indicador S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) se hundió 6,13%, hasta los 37.990,59 puntos, y las acciones de empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York cayeron hasta 13,8%.
Anoche el presidente Alberto Fernández afirmó que la Argentina tiene voluntad de alcanzar un acuerdo con los acreedores y ratificó que se mantendrá "inflexible" en la decisión de no comprometer la posibilidad de recuperación de la economía. Y reconoció que aún hay diferencias que impiden un acuerdo.
En las últimas horas Guzmán mejoró su oferta de pago hasta el 50% del valor de los bonos, más un cupón atado a la variación de las exportaciones. Pero esto fue considerado insuficiente por los principales fondos de inversión, con BlackRock a la cabeza, que piden un Valor Presente Neto de entre 54 y 56 dólares.
El grupo denominado Ad Hoc Bondholder Group envió a la prensa su postura, asegurando que las trabas son puestas por el Gobierno: "La Argentina rechazó una sostenible y sensata solución".
“Dado el fracaso de las negociaciones de los tenedores de bonos, nuestro Grupo ahora está considerando todos los derechos y recursos disponibles en nuestro capacidad como fiduciarios para los millones de ahorradores que servimos alrededor del mundo”, dijo el grupo en el que participan BlackRock, Fidelity o Ashmore.