Un joven de 22 años, hijo de argentinos, fue asesinado por un efectivo de la policía en Vallejo, California, mientras se manifestaba por la muerte de George Floyd. El oficial dijo que confundió con un arma un martillo que el joven tenía en su cintura.
Sean Monterrosa era hijo de Laura y Nefradi, ambos argentinos que emigraron a Estados Unidos hace más de 20 años. La policía acudió a una farmacia adonde habían denunciado saqueos y, al llegar, se cruzaron con Sean y lo mataron.
"Estaba levantando las manos y le dispararon. Lo ejecutaron", aseguró una de sus hermanas a la cadena ABC.
Según Ansa, el oficial dijo que creía que Monterrosa tenía un arma y que estaba arrodillado "en preparación para disparar". Más tarde se descubrió que el hombre tenía un martillo en el bolsillo de la campera.
El efectivo que disparó y dos de sus compañeros fueron separados de la policía con licencia administrativa, pero siguen cobrando. Podrían ser acusados de homicidio.
Tras recibir los disparos, Sean fue trasladado a un hospital, donde finalmente murió. Desde allí se comunicaron con su hermana. "Estos policías van a seguir matando personas como mi hermano, gente como George Floyd y duele mucho", dijo en una entrevista la mujer.
Sean trabajaba como seguridad en un local y vendía comida a la salida de bares y boliches. Según testimonios de sus amigos, recogidos por la corresponsal de TN Nieves Zuberbühler, era una persona "familiera, estudiosa y ávida de la lectura".