La Sociedad General de Autores (Argentores) cuestionó el momento que vive la ficción argentina en la TV local así como también la decisión de Telefé de levantar la tira "Fanny la Fan".
El comunicado de Argentores, al igual que el resto de las manifestaciones públicas de referentes de la televisión argentina, surgen como respuesta al intempestivo levantamiento de la tira "Fanny, la fan", producida por Underground, protagonizada por Agustina Cherri y Luciano Cáceres, a un mes de su lanzamiento, dejando solo a una nueva ficción local, "La estrellas", de El Trece, en cartelera.
"Cuando el cincuenta por ciento de la ficción argentina en 2017 en televisión abierta es eliminada del aire de un plumazo, a todos los que integramos la comunidad audiovisual el filo de un puñal helado nos recorre la espalda", expresa el texto que lleva la firma de la entidad mutual y profesional fundada en 1934, dedicada a respaldar el trabajo de autores argentinos.
"Los números de rating y publicidad que gobiernan despiadadamente al mundo de la televisión local actúan como juez implacable cuya sentencia cumple un brazo ejecutor que no duda ni da lugar a apelaciones: "No me funciona, fuera".
Para Argentores, "la desaparición de esta entrega diaria es una espina más en la corona que nos lacera, una muestra descarnada de la situación desesperante que atraviesa nuestro sector, crisis terminal nunca vista antes en este país, que fue líder en la producción de telenovelas y series en toda América, que exportó sus productos a Europa y a Asia, que exhibe estándares de calidad que nada tienen que envidiarle a los países más desarrollados y posee talento creativo reconocido por todos los grandes centros de producción del mundo".
Los autores advirtieron a la opinión publica que "cierran, una a una, las fuentes de trabajo para nosotros y a nadie de los que estarían en condiciones de cambiar esa siniestra ecuación parece importarle. Desaparece la voz de nuestra ficción en la televisión y a ningún funcionario de la cultura se le mueve el corazón ni le remuerde la conciencia. Se desintegra una industria, tal vez para siempre, y los que trabajamos en ella nos sentimos huérfanos y abandonados".
"Queremos ser testigos y a la vez espectadores de nuestra realidad sin tener que asistir pasivamente a la promoción de otros mundos alejados de nosotros hasta el ridículo. Este país nunca ha tenido sultanes, príncipes o reyes y las mil y una noches que atravesamos son de sufrimiento y espera. Hablamos en argentino y no en doblaje. Pensamos, escribimos y actuamos en criollo. Y merecemos verlo", finaliza el comunicad.