Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Lucas Pertossi están detenidos en la Alcaldía de Melchor Romero, donde esperan novedades sobre la causa en la que están imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido en enero en Villa Gesell.
Es que la pandemia de coronavirus detuvo prácticamente toda actividad judicial. El defensor de los ocho jóvenes había solicitado que se les concediera la prisión domiciliaria, pero según confirmó el mismo Hugo Tomei a Diario Crónica, los acusados "no ingresan, por ahora, dentro de las excepciones impuestas por la corte en su resolución relativa al virus".
Según el mencionado medio, los jóvenes prefieren mantenerse en sus cuatro celdas por temor a contraer la enfermedad, y solo comen lo que reciben en las encomiendas de sus allegados. Los rugbiers, imputados como coautores del "homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", pasan sus horas jugando a las cartas, leyendo, haciendo ejercicio y escribiendo.
Además, por el alto riesgo de contagio del COVID-19 "en las unidades carcelarias se suspendieron las visitas", afirmó Tomei. Por lotanto, "hasta nuevo aviso", los detenidos no verán a su familiares.