Un avión sin una rueda de los trenes de aterrizaje y con 130 pasajeros a bordo logró aterrizar sin problemas en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Se trataba de un vuelo de Air Canada, que partió en dirección a Toronto y cuyo piloto reportó a la media hora del despegue que debía volver a su destino por "problemas técnicos".
Significó una situación de alto riesgo, porque la falta del neumático, dañado por contingencias aún desconocidas, afectó lógicamente a la estabilidad del aparato (un Boeing 767).
El avión tuvo que volar en círculos en torno al aeródromo "quemando combustible" para perder la mayor cantidad de peso posible para abordar el momento del aterrizaje con las mayores garantías.
La aerolínea emitió un comunicado en el que señaló que el aparato estaba preparado para operar con un solo motor y que la tripulación estaba entrenada para este tipo de situaciones. Por su parte, el piloto, en un tono muy tranquilo, explicó a los pasajeros por altavoz que es iban a aplicar los protocolos recomendados en estas situaciones; por ello, les solicitó "mucha calma y mucha paciencia".
En concreto, al lugar se desplazaron seis dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Además, se instaló una carpa de emergencias de Cruz Roja. Asimismo, en el operativo participaron efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional.