El presidente Alberto Fernández quiere que el procurador general de la Nación sea el juez federal Daniel Rafecas. Para ello, el pliego que enviará en las próximas semanas al Senado debe ser aprobado por los dos tercios de los senadores reunidos en el recinto. El oficialismo no tiene los votos. Por lo tanto, deberá negociar con Juntos por el Cambio.
El jueves 2 de enero el Gobierno oficializó la postulación de Rafecas para ser el jefe de los fiscales federales, mediante un aviso publicado en el Boletín Oficial.
En diciembre, el Presidente difundió una reunión que mantuvo a solas con Rafecas, de quien dijo que "no solo es un juez federal" sino también "un jurista reconocido internacionalmente y una eminencia del Derecho".
"Por eso, desde el Poder Ejecutivo propondremos al Congreso que sea el nuevo Procurador General de la Nación. Confío en su independencia y capacidad para esa tarea", dijo Fernández.
Con el aviso del jueves 2 quedó abierta la instancia de consulta pública por un período de 15 días. Tras ese plazo, deberá enviarse el pliego al Senado, donde el postulante deberá ser citado a una audiencia pública por parte de la Comisión de Acuerdos, que aún no fue conformada. Y para ser avalado como nuevo procurador general, en el recinto el pliego requiere esa mayoría agravada.
¿Y los dos tercios?
El Frente de Todos, bloque que conduce el peronista formoseño José Mayans, tiene 41 senadores; Juntos por el Cambio tiene 27, y hay cuatro monobloques "sueltos": Juntos Somos Río Negro (Alberto Weretilneck), Santa Fe Federal (Carlos Reutemann), Lucila Crexell (Movimiento Neuquino) y Magdalena Solari (Misiones).
Si todos estuvieran presentes, el oficialismo necesitaría 48 votos para aprobar el pliego de Rafecas. Esos son los dos tercios. Es decir que debería conseguir el apoyo de los cuatro monobloques y de al menos dos senadores de JPC. Pero, por ejemplo, si en el recinto hubiera 60 senadores sentados en sus bancas, los dos tercios son 40.
Si hay senadores ausentes, sobre todo de la oposición, los dos tercios son más asequibles para el oficialismo, pero aún así estaría lejos de conseguirlos sin el apoyo de JPC, interbloque que conduce el radical formoseño Luis Naidenoff.
De hecho, el Frente de Todos ya arranca complicado, con un senador menos, por la licencia de seis meses que se pidió el peronista tucumano José Alperovich, denunciado por violar a su sobrina.
Nisman y las coimas
Via País se contactó con senadores de JPC, quienes hicieron saber que no adelantarán posición sobre la postulación de Rafecas hasta no conocer el pliego, que es lo que los concierne, aunque de antemano hacen saber que es un candidato que no les gusta nada.
Los senadores razonan que si salen anticipadamente a expresar su rechazo a Rafecas, el Gobierno puede retirar el pliego y postular a otro peor.
En JPC intuyen que la postulación de Rafecas es de Alberto Fernández, no de Cristina Kirchner, de quien hay que observar qué esfuerzo hacer para que la candidatura llegue a buen puerto. "Hay que ver cómo estará el poder de Fernández en abril, cuando esto probablemente se empiece a discutir", dijo un senador a este medio.
En JPC no consideran tan grave de Rafecas el hecho de haber desestimado en 48 horas la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y funcionarios suyos por el memorándum con Irán, como sí los mensajes de WhatsApp que se mandó en 2012 con Ignacio Danuzzo Iturraspe, abogado de José María Núñez Carmona, socio y amigo de Amado Boudou, durante la investigación de la causa Ciccone que se cursaba en contra del entonces vicepresidente, que terminó condenado a prisión.
La segunda fea que le atribuyen a Rafecas en JPC es la sentencia de los sobornos en el Senado: en 2007, el juez procesó al "arrepentido" Mario Pontaquarto, al expresidente Fernando de la Rúa y a otros funcionarios, quienes en 2012 fueron todos absueltos por el El Tribunal Oral Federal 3, que no encontró evidencia alguna sobre coimas que respaldara la versión de Pontaquarto.
"Esto (la investigación de Rafecas por las coimas del Senado) en su momento fue operado por el propio Alberto Fernández (entonces jefe de Gabinete del kirchnerismo) para hacerles quilombo a De la Rúa y al peronismo ortodoxo", recuerdan en el Senado.
Quién es el postulante
Rafecas "ingresó en la Justicia penal hace más de 32 años, pasando por todos los cargos de la carrera judicial, primero en el Poder Judicial de la Nación (1987-1998) y luego en el Ministerio Público Fiscal de la Nación (1998-2004), hasta acceder al cargo de Secretario Letrado de la Procuración General de la Nación (2004)”, detalla el aviso del Boletín Oficial de la semana pasada.
También, menciona que se desempeña ahora como Titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3 de la Capital Federal, desde el 14 de octubre de 2004, cargo al que accedió por concurso público de oposición y antecedentes.
Fernández postula a Rafecas para el cargo que desempeñó entre agosto de 2012 y diciembre de 2017 Alejandra Gils Carbó, de quien Mauricio Macri dijo que no tenía autoridad moral para ejercer como procuradora general de la Nación.
Tras la renuncia de Gils Carbó, afectada por una investigación judicial sobre la compra del edificio de la Procuración, en que fue acusada del delito de fraude en perjuicio de la administración pública, Macri propuso a la jueza Inés Weinberg de Roca como reemplazante, pero los senadores peronistas jamás se mostraron interesados en darle curso a su postulación.
Por eso, el cargo fue ocupado de manera interina por el procurador Eduardo Casal, que es quien está actualmente en ejercicio.