Mohsen Rabbani era el agregado cultural de la embajada iraní en Buenos Aires al momento del atentado que voló el edificio de la AMIA de Pasteur al 600 en 1994. Por su parte, las agencias de inteligencia de Estados Unidos e Israel afirmaron que se trata de un hombre del aparato de inteligencia iraní.
Se trata de un clérigo y un hombre de peso en materia religiosa y educativa en su país, que figura entre el grupo de iraníes sobre los cuales emitió una orden de captura Interpol luego de que la justicia argentina determinara su responsabilidad en la voladura de la AMIA.
De acuerdo a la justicia argentina, Rabbani determinó que la AMIA fuera el blanco del ataque perpetrado en 1994.
Además, la investigación arroja que el financiamiento del atentado comenzó con un giro de 150.000 dólares que el Ministerio de Inteligencia de Irán transfirió a cuentas de Rabbani. Incluso, el exfiscal Alberto Nisman probó que Rabbani retiró de inmediato alrededor de 94.000 dólares.
El clérigo mantuvo relaciones con dirigentes como Luis D'Elía y Fernando Esteche, de la agrupación Quebracho.
Caso Nisman
El exagregado de la embajada de Irán en Buenos Aires afirmó este viernes que el exfiscal Alberto Nisman fue asesinado.
"¿Por qué cuando Alberto Nisman tenía la oportunidad de testimoniar ante los diputados, que iban a hacer preguntas muy precisas, lo mataron? ¿Quién mató a Nisman? ¿Por qué ocultan la verdad? ¿Por qué quieren llevar a la cárcel a Delía porque viajó a Irán?", planteó Rabbani en diálogo con Radio 10.
Y continuó: "Yo pienso que a Nisman lo mataron para que nadie se pudieran enterar de que tenía las manos vacías".
Asimismo, Rabbani -sobre quien pesa una alerta roja- consideró que “no lo dejaron declarar, no dejaron que la gente conociera la realidad; cuando Nisman quiso ir a la asamblea nacional argentina, la noche anterior dijeron que había fallecido, que había muerto”.
Pese a pensar que se trató de un asesinato, el iraní también contempló la posibilidad de que lo hayan forzado a quitarse la vida porque “no tenía nada” contra los iraníes acusados de perpetrar el ataque