En la Argentina, los dueños de hoteles, cabañas y departamentos ubicados en destinos turísticos los alquilan a través de aplicaciones (app) de telefonía celular o páginas de internet que no están radicadas en el país.
Por ello, existe una triangulación en el pago: el inquilino paga con tarjeta de crédito; el dinero es percibido por la app, que realiza la retención de la comisión y gira el dinero a la cuenta que el propietario del inmueble tenga en un banco físico o virtual.
Esa triangulación fue la que despertó serios interrogantes en las últimas horas cuando el Gobierno confirmó que gravará con un impuesto del 30% a la adquisición de dólares para atesoramiento o turismo.
¿Si alquilo una casa para el verano en Carlos Paz o San Rafeael por medio de una app como Airbnb tengo que pagar el 30% de impuestos por el valor del dólar?, se preguntaron muchos en las redes sociales en las últimas horas.
Bueno, la noticia tiene dos partes dado que se establecerá un mecanismo que, claro está, todavía no fue reglamentado, para que no se abone el impuesto sólo sobre el valor de adquisición del servicio. Pero las comisiones de las aplicaciones no estarán exentas.
Así lo explicó este miércoles el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Legislación General de la Cámara de Diputados, que debatía las nueve emergencias solicitadas por el presidente Alberto Fernández.
"La compra de un paquete turístico en la Argentina está totalmente exenta de este impuesto. Por más que se haga a través de una plataforma radicada en el exterior", dijo el funcionario nacional ante la mirada de los legisladores del oficialismo y la oposición.
Pero aclaró que será una tarea de las empresas emisoras de las tarjetas de crédito y débito el hecho de discriminar lo que son pagos en el país por la adquisición de un servicio y lo que son pagos en el exterior, en este caso por la comisión de la empresa que ejecuta la venta.
“Un hotel en Bariloche tiene que facturar en pesos, cobrar en moneda nacional en una cuenta en el país. En todo caso, lo que sí pagara el impuesto es la comisión que corresponda abonarle a la plataforma si es que está radicada en el extranjero”, dijo el ministro.
Y señaló: "Lo que está gravado no es el turismo sino la adquisición de divisas destinada a este tipo de gastos". Como las compañías que controlan las aplicaciones están en otros países, el pago de sus comisiones debe hacerse en moneda dura, es decir, en dólares.
Kulfas dijo que la Argentina gasta 16.000 millones de dólares por año en lo que tiene que ver con turismo emisivo y gastos con tarjetas en el exterior. “Cualquier ciudadano tiene derecho a realizar esos gastos y no está en nuestro espíritu querer restringirlo, pero tenemos que cuidar nuestras escasas reservas del Banco Central”, afirmó.
Según el ministro, el Gobierno piensa que esta medida además de colaborar con el equilibrio de las cuentas externas, con la recuperación de las reservas internacionales y con la mejora del programa fiscal por mayor recaudación, también servirá como estímulo en el turismo interno.
“Pensamos que es un mecanismo que va a generar más consumo, más producción y más empleo”, enfatizó.