El presidente Alberto Fernández mantuvo este miércoles un almuerzo de trabajo en la Casa Rosada con una delegación de Estados Unidos presidida por el subsecretario interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak.
Fernández y Kozak acordaron crear un sistema de consulta permanente para trabajar coordinadamente entre ambos países.
El funcionario del Departamento de Estado elogió el discurso que el presidente argentino ofreció este martes ante la Asamblea Legislativa y le transmitió los mismos conceptos sobre el “apoyo” para la negociación con el FMI que le había manifestado el presidente Donald Trump durante la conversación telefónica que mantuvieron hace unas semanas.
Además, Kozak le trasladó a Fernández una invitación para el Gobierno nacional para el 17 de diciembre en Washington. El presidente argentino se comprometió con la presencia argentina en un evento vinculado al petróleo.
Esta reunión se dio luego de que el asesor directo de Trump en la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone, se marchara de la Argentina sin asistir a la jura de Fernández. Es que se molestó por la presencia sin aviso del ministro de comunicación de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez.
En una entrevista con Clarín, Claver-Carone expresó su molestia estuvo orientada a "sorpresas desagradables" que no fueron comunicadas previamente a Washington, entre ellas, la invitación al ecuatoriano Rafael Correa.
A su vez, la relación con Estados Unidos también se había vuelto tensa por la situación de Bolivia, debido a que Fernández le ofreció asilo político al exmandatario boliviano, mientras que Trump reconoció al gobierno interino de Jeanine Añez.
Participaron de la reunión el canciller Felipe Solá, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, Gustavo Béliz, y Jorge Argüello.
Por parte de la comitiva norteamericana también asistieron el embajador en la Argentina, Edward Prado, el consejero político Chris Andino y la asesora Mariju Bofill.