En 1991, un 14 de noviembre, se instauró el Día Mundial de la Diabetes con el fin de generar conciencias sobre las causas y complicaciones de esta enfermedad silenciosa que ya afecta a cuatro millones de argentinos y, se prevé, será una epidemia mundial en veinte años.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la producción de insulina, una hormona producida por el páncreas que se ocupa de eliminar el azúcar de la sangre, y que se manifiesta con fluctuaciones de los niveles de glucemia en sangre de las personas.
Según la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) el incremento de esta enfermedad que alcanza a más de 4 millones argentinos, aunque al tratarse de una patología subdiagnosticada, "la cifra podría llegar a duplicarse".
De acuerdo a los resultados del último estudio realizado por la Federación Internacional de la Diabetes (2017), "para el año 2045 el número de afectados ascenderá a 629 millones". Según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en 2019 por la Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, hubo un incremento de casi 3 puntos respecto a la última medición realizada en 2013.
De la mano con estas cifras, también se incrementaron los porcentajes de los principales factores de riesgo asociados a esta enfermedad como: obesidad, de 20,8 a 25,4%; exceso de peso, de 57,9 a 61,6%, baja actividad física, de 54,7 a 64,9%; y presión arterial elevada, de 34,1 a 34,6%.
Existen dos tipos de diabetes:
- Diabetes tipo I: se genera cuando el organismo deja de producir la insulina que necesita y suele aparecer en niños o jóvenes adultos. Las personas con esta forma de diabetes necesitan inyecciones de insulina a diario con el fin de controlar sus niveles de glucosa en sangre.
"Algunos de los síntomas característicos de este cuadro son el aumento desmedido de sed, la sequedad de la boca, la micción frecuente, el cansancio extremo y la falta de energía", detalló el Dr. Fernando Neuspiller, Director de IVI Buenos Aires, centro de salud especializado en reproducción asistida. El apetito constante, pérdida de peso repentina, lentitud en la curación de heridas y visión borrosa son otros de los síntomas frecuentes.
"Las personas con este tipo de diabetes pueden llevar una vida normal y saludable mediante una combinación de terapia diaria de insulina, estrecho control médico, dieta sana y ejercicio físico habitual", agregó el especialista.
- Diabetes tipo II: se da cuando el organismo puede producir insulina pero, o bien no es suficiente, o el cuerpo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre. Es el tipo más común de diabetes y suele aparecer en adultos.
"Las personas con este tipo de diabetes podrían pasar mucho tiempo sin saber de su enfermedad debido a que en ocasiones los síntomas tardan años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. A muchas personas se les diagnostica tan solo cuando las complicaciones se hacen presentes" contó el Director Médico de vittal.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo de esta patología se destacan: obesidad, mala alimentación, falta de actividad física, edad avanzada y los antecedentes familiares de diabetes.
Detección
La detección de esta patología se puede hacer a través de distintos exámenes de sangre como Glucemia en ayunas, Hemoglobina (A1C), prueba de tolerancia a la glucosa oral, así como estudios de orina.
Prevención
Para evitar y controlar la diabetes, es necesario mantener los niveles de glucemia estables, para esto hay que hacerse chequeos regulares que controlen estos valores. Más, si se tiene predisposición a la enfermedad.
A su vez, es recomendable controlar la presión arterial, los niveles de colesterol, hacer ejercicio físico, mantener un peso equilibrado y alimentarse de forma saludable.
Según las últimas estadísticas, la proporción de personas con diabetes tipo 2 se incrementa en casi todos los países y coinciden en que el 50% de los pacientes con diabetes no están diagnosticados.
Aproximadamente, en el 90% de los casos los pacientes son diabéticos tipo 2, lo que quiere decir que la enfermedad se origina a lo largo de su vida y no en el nacimiento o niñez como la tipo 1, que también la padecen las mujeres en algunos embarazos y que se conoce como diabetes gestacional.