Un grupo de científicos de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, realizaron una terrible predicción: si se desata una guerra nuclear entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, podrían morir o resultar heridos de gravedad más de 90 millones de personas.
Para el trabajo, los físicos analizaron las fuerzas de Rusia y Estados Unidos (EE.UU.) y los posibles objetivos que podrían atacar en caso de un conflicto a gran escala. Lo hicieron en el marco de una subvención que recibieron del Fondo de Innovación de la American Physical Society para educar y volver a involucrar a la comunidad científica en el importante riesgo que representan las armas nucleares y la necesidad apremiante de reducir esta amenaza.
Según predijeron, para frenar a la OTAN (la alianza militar intergubernamental que reúne a EE.UU. y 28 países de Europa) Rusia podría lanzar una advertencia nuclear contra Europa desde la ciudad de Kaliningrado. En respuesta, otro misil podría destruir la base rusa desencadenando un conflicto mundial de proporciones catastróficas.
En el marco de esta guerra nuclear, el gobierno ruso podría disparar 300 ojivas contra la OTAN y sus bases de lanzamiento. En respuesta, recibiría 180 misiles lanzados desde aviones de la OTAN. El saldo de muertos sería de 2,6 millones de personas en menos de tres horas. Y esto es solo el comienzo.
Con Europa ya devastada, EE.UU. apuntaría 600 ojivas nucleares contra Rusia, que lanzaría desde submarinos y su propio territorio. Entonces, Rusia respondería contra el territorio estadounidense asesinando a otras 3,4 millones de personas en menos de 45 minutos.
Luego de estos objetivos militares, llegarán los civiles. Tanto la OTAN y Rusia apuntarán sus misiles contra las 30 ciudades más pobladas y centros económicos. Otras 34,1 millones de personas morirían y casi 60 resultarían heridas de gravedad.
Las ciudades que serían atacadas
Los objetivos rusos dentro de EE.UU. serían Nueva York, Indianápolis, Washington, San Diego y Austin. Y las ciudades rusas que perecerían bajo el ataque estadounidense son San Petersburgo, Izhevsk, Krasnodar, Toliatti y Krasnoyarsk.
Según explicó el grupo de Princeton en su página web, el arsenal mundial consta de unas 10.000 ojivas nucleares operacionales, en su mayoría en manos de EE.UU y Rusia. Unas 2.000 están en estado de alerta, capaces de lanzarse a los pocos minutos de ser solicitado. Es una situación que se agravó luego de que EE.UU. se retiró de varios tratados importantes de control de armas.
"El objetivo clave del proyecto es crear una coalición de ciudadanos-científicos técnicamente capacitados para evaluar, explicar y abogar por la reducción de la amenaza nuclear con el público, formuladores de políticas y quienes influyen en las políticas públicas, como los medios de comunicación y las organizaciones clave de grupos de expertos", explicaron.