Cilla Carden, una mujer australiana y vegana, demandó a su vecino ante la corte por el olor a carne y pescado que libera su parrilla. También, lo acusó de ruidoso.
"Lo pusieron justo al lado de mi cerca para que huela a pescado, todo lo que puedo oler es pescado", manifestó la mujer en declaraciones a 9News.
Carden, quien vive en el norte de Perth, es masajista y asegura que los hábitos de su vecino le restaron calidad de vida. Además, contó que no puede dormir y que solo quiere vivir en paz.
"Se demostró que las demandas de la Sra. Carden no eran razonables y en detrimento de la capacidad de los otros propietarios de disfrutar de sus lotes de manera razonable y aceptable", manifestó un vecino en un comunicado.
El presidente del tribunal supremo, Peter Quinlan, desestimó la apelación de Carden en agosto de este año. "A la Sra. Carden se le dio una oportunidad justa para presentar su caso, y el sabio miembro del tribunal condujo los procedimientos de manera justa y apropiada", dice la sentencia, que Cilla analiza apelar.