Al menos cinco personas murieron y otras 21 resultaron heridas este sábado en un tiroteo sucedido en el oeste de Texas, en Estados Unidos, donde el presunto agresor fue abatido por las autoridades.
El jefe de la Policía de Odessa (Texas), Michael Gerke, dijo en una rueda de prensa televisada que el atacante disparó desde un vehículo en marcha contra sus víctimas.
El sospechoso era un hombre blanco de unos treinta años y se descartó que hubiera un segundo atacante. Se desconocen cuáles fueron los motivos del hombre para el ataque, aunque el suceso se desencadenó después de que la policía le diera el alto cuando se trasladaba en su vehículo.
En el momento en que el vehículo se detuvo, el conductor disparó contra un policía. Acto seguido se dirigió hacia el interior de Odessa, donde el atacante volvió a abrir fuego contra otra persona y se dirigió a la calle 42 de esa localidad, en la que, según Gerke, "hubo múltiples víctimas".
Luego el sospechoso abandonó el auto, robó un camión de reparto de correo, siguió disparando y ocasionó más víctimas. De allí el atacante condujo hacia el este, donde hubo un intercambio de disparos con la policía que se saldó con la muerte del presunto atacante.
El presidente Donald Trump dijo haber sido informado de los hechos por el fiscal general William Barr, y agregó que "el FBI y las autoridades policiales están totalmente comprometidas" con la investigación.
Texas fue escenario este mes de agosto de varios tiroteos, entre ellos la muerte el día 3 de veintidós personas en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México. Horas después, otro tiroteo en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), que se saldó con nueve fallecidos y cuyo atacante fue abatido por la Policía.
Fuentes: EFE, AP y AFP.