En mayo Jimena Barón presentó su tema "La Cobra", una especie de homenaje a su resurgimiento tras una relación violenta con el futbolista Daniel Osvaldo, papá de su hijo Morrison, de 5 años. "La cobra que se cobra todo lo que hiciste" escaló de a millones de reproducciones en Youtube y tiene más de 40.000.000 a meses de su lanzamiento. Tras ese éxito abrumador, este jueves J Mena dio su primer show en vivo e inauguró La Cobra Tour, que viajará por Argentina, Chile, Paraguay y otros países.
Pasadas las 21, en el Teatro Vorterix, Barón cantó, bailó, charló con sus fans y hasta se permitió derramar algunas lágrimas sobre el final, cuando reflexionó sobre el camino que recorrió y cómo pasó de ser "La Tonta" (tal el nombre de su primer disco) a "La Cobra" empoderada.
Después de una apertura con luces verdes, humo y 6 bailarinas en escena, apareció Jimena. El espectáculo arrancó con "Que regreses tú" y con algunos problemas de sonido, que acompañarían a la cantante toda la noche. Como también lo harían los gritos de los fans: adolescentes, jóvenes, y muchas niñas con sus papás. Desde el balcón, Momo siguió el show de cerca junto al novio de Jimena, Mauro Caiazza, su manager Lucas Biren, y otros allegados.
Después vino "Estrella fugaz" y, sin darse un respiro, J Mena, con un conjunto de top y pantalón negro, muy brillantes, completó la trilogía inaugural con un hit del nuevo disco, "Quién empezó". Cuando nadie se lo esperaba, la trapera jujeña Cazzu, que colaboró en el tema, irrumpió en el escenario e hizo delirar al público. La propia Jimena se puso de rodilla y le hizo una reverencia a la trapera, de quien es fan.
El público no paró de cantar un segundo de la hora que duró el show, y los celulares en el aire acompañaron y documentaron cada tema. "Está pasando algo que es bueno, ¡Y es que no tenía pensado que griten tanto! Entonces no escucho. Me encanta que griten, pero los escucho más a ustedes que a mí", explicó la cantante de entrada, y el público le devolvió un "Te queremos Jime, te queremos".
El show avanzó con momentos tristes, como "Atrás del sol", la canción que escribió para su padre fallecido, y "Castigo", un tema sobre el desamor, pero levantó sin titubear con canciones como "Gato" y "Traicionera". J Mena bailó sin parar durante todo el show sin perder la afinación y sin nada de playback, como había prometido que sería.
El clima se volvió nostálgico con "La Tonta", cuando Barón le pidió al público que la entonara por ella, así podía recargar su batería, y volvió a subir a su máximo punto con "QLO" y "ADN", para darle paso al cierre inevitable: "La Cobra".
Con un video de fondo con imágenes de "La Tonta" y "La Cobra" aleatoriamente, Jimena apareció con una remera negra, muy brillante, y con una cobra enorme en el frente y entonó su canción más famosa, la que la puso en boca de todos y la convirtió en J Mena, la que está haciendo explotar el Vorterix.
Después de la última estrofa y de un cierre a pleno con papelitos verdes cayendo sin parar, Jimena habló con su público y no pudo evitar llorar de la emoción. "Para mí este show es una responsabilidad, lo tomo así, porque mi intención es que se vayan de acá sintiéndose mejor. Sin importar lo que piensen los demás de ustedes, quiero que tomen sus decisiones solos, y que sean para ustedes, porque sino van a elegir vidas que no son suyas, sólo por hacer felices a los demás. Por favor, siempre escuchen a su cobra interior".
El mensaje es conocido, pero llega. Los fans gritan sin parar. Jimena convoca a su equipo al escenario y se hace una foto grupal, con público incluído. Agradece y vuelve a agradecer, hace una reverencia y se va, a disfrutar de todo lo que queda por venir.