Cristian "Pity" Álvarez cumple un año en prisión. Después de asesinar a Maximiliano Diaz, en julio, de 2018, el ex Viejas Locas ganó 20 kilos en la cárcel, donde da clases de canto y armó un coro. Según sus allegados "no quiere saber nada con los medios" y recibe muy seguido visitas de su familia.
El Pity, o Cristian, como lo llaman en prisión, está preso desde el 13 de julio en el penal de Ezeiza, alojado en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentina (Prisma) para reclusos con problemas psiquiátricos. Cada tanto escribe cuentos e historias.
"Blondie es igual, es un clon", le dijo a Clarín la mamá de su hija de seis años, María Giovannone (39). La madre del Pity, Cristina, le lleva a menudo su comida preferida a prisión: milanesas y ensaladas. Desde que está preso ya subió 20 kilos.
En el prisma, el Pity compartió con el baterista de Callejeros Eduardo Vásquez (que cumple condena de cadena perpetua por el femicidio de su pareja Wanda Taddei). Vásquez lideraba un taller de percusión y el Pity se sumó, pero cuando trascendió a la prensa que habían tocado juntos, no asistió más. No quiere salir en los medios, informa Clarín.
Algunos de sus compañeros de pabellón son Jorge Langone, quien se llevó a su hija de 7 años sin permiso a Indonesia durante ocho meses, el anestesista Gerardo Billiris, condenado a 14 años de cárcel por suministrar drogas, abusar y querer matar a una joven en 2017, Emmanuel Ioselli (24), o "Camus Hacker" y Martín Ríos (40), el llamado "Tirador de Belgrano".
El 28 de junio el Pity cumplió 47 años. Fuera de la cárcel, unos cincuenta fans se apostaron para celebrarlo. El día lo pasó junto a la gente que habitualmente lo visita: su madre, que va una tres veces por semana, su ex pareja junto a su hija Blondie, y el padre César Scicchitano Tagle (55), un cura rockero que se volvió muy amigo de Álvarez.
"La llevo a Blondie a visitarlo seguido. Están en un momento de construcción muy lindo. Se los ve muy felices las horas que pasan juntos. Juegan mucho. El otro día le llevamos una torta y festejamos su cumple. La pasamos muy bien", cuenta María. "La mamá de Cristian, Blondie y yo somos los que estamos ahí siempre", remarca.
Su novia Agustina también lo visita cada tanto, así como su mamá y su padrastro, con quien Pity habla seguido por teléfono.
Según una fuente que habló con Clarín, Álvarez es "para nada conflictivo" dentro del penal. Participa del taller de música y está muy tranquilo.
Además de recuperar peso, Cristian duerme mucho tiempo y en los momentos de visita sale al patio común. Cada tanto juega al truco con otros presos. Está, dicen, "contenido" y "sedado".