El simulacro salió mal y las alertas se encendieron. Un ensayo hecho por el Gobierno en que se recreó la jornada de votación a los fines de supervisar el funcionamiento del nuevo sistema de transmisión de datos, arrojó pobrísimos resultados. El Ministerio del Interior minimizó el episodio. Sostiene que el próximo sábado 20 de julio, cuando se haga la última prueba antes del 11 de agosto, el domingo en el que todo el país irá a las urnas para votar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el sistema funcionará sin problemas.
El sábado 29 de junio se realizó en 3000 escuelas la prueba piloto del nuevo sistema de transmisión de datos, a cargo de la empresa SmartMatic, adjudicataria del concurso de precios, con un contrato por 17 millones de dólares.
Las mesas de votación contaron con una impresora con scanner, para fotocopiar o digitalizar los telegramas, y una netbooks para enviar esa información con el recuendo de votos, mediante un software, a un servidor central. La conectividad falló. Es decir, los resultados que debían transmitirse por medio de las netbooks al servidor central, o bien llegó con demoras o directamente no fue recibido. Se estima que en una votación real, esto hubiese significado tener un 15 por ciento de los resultados, recién ocho horas, por lo menos, después de empezado el escrutinio.
El Gobierno, aunque admitió las fallas, no emitió un comunicado en el que se precisen los detalles de las mismas. Tampoco se informó el operativo que simuló la jornada electoral.
Extraoficialmente, las versiones dicen que habrían participado unas 40 mil personas en el operativo hecho en unas tres mil escuelas de todo el país. Las PASO, y también las elecciones presidenciales de octubre, abarcan 90 mil mesas de votación y unas 15 mil escuelas.
En estas elecciones habrá una “innovación tecnológica”, que el asunto que quedó cuestionado: la transmisión electrónica de los partes del escrutinio. Desde las escuelas se transmitirán directamente y por medios electrónicos los resultados provisorios a dos centros de cómputos (antes había sólo uno): al tradicional de Barracas, del Correo Argentino, se suma otro en Monte Grande, provincia de Buenos Aires. Antes, esa información se enviaba al centro de cómputo del Correo Central en camionetas.
De cada mesa de votación, sale un acta, la que tiene validez legal y sirve como único instrumento respaldatorio en el escrutinio definitivo. Luego están los certificados que reciben los fiscales partidarios, que son las copias de las actas. Y finalmente, está el telegrama, que es lo que se transmite ahora por internet al centro de cómputos. Los telegramas se envían desde las mismas mesas de las escuelas.
Gustavo Smaldone, un técnico informático que supo participar de las jornadas legislativas en las que se alertó sobre las falencias del sistema electrónico de votación que impulsaba el oficialismo, dijo a la prensa que “solo el 15 por ciento de los resultados llegaron a ser transmitidos. El sistema funcionó mal, lo que no implica necesariamente un fraude en sí. Para que haya fraude, el sistema debe funcionar”, explicó.
Ariel Garbarz, fiscal informático de la kirchnerista Unidad Ciudadana, planteó sus dudas sobre el software de SmartMatic, que se usará para transmitir los números de la votación desde las escuelas al centro de cómputos. "Me preocupa que falle el sistema de transmisión, pero más me preocupa que pueda ser adulterada la información", alertó Garbarz. "Si solo una élite informática puede explicar o entender un sistema electoral, se ha perdido la condición 'universal' de la votación", agregó.
El 20 de julio será la revancha. Se realizará una prueba similar. Esta vez, los partidos políticos podrán supervisar la prueba y enviar sus fiscales; también podrán estar presentes especialistas y representantes de ONG’s relacionadas a la transparencia electoral. Las pruebas, igualmente, serán abiertas a la prensa.
Alejandro "Topo" Rodríguez, jefe de campaña de Roberto Lavagna, el candidato presidencial de Consenso Federal, habló con este medio: "El próximo día hábil haremos una presentación formal ante la Cámara Nacional Electoral, exigiendo que se arbitren los medios necesario para garantizar la transparencia de todo el proceso electoral y su escrutinio".
Este viernes, en una reunión de los apoderados de Consenso Federal, se recordó que “en la prueba que se hizo, se detectó como mínimo una preocupante ineficiencia; no hubo explicaciones técnicas razonables y nunca llegó un informe que, prometieron, urgente nos iban a enviar”, dijo Rodríguez.
El Partido Justicialista, que integra el Frente de Todos, emitió un comunicado en el que se dice tener “fundadas sospechas para afirmar que el proceso electoral podría estar viciado de nulidad”.
El Presidente del PJ, José Luis Gioja, dijo: "Los resultados preliminares que arrojaron los simulacros realizados recientemente no dejan lugar a dudas, sólo el 33% de las 10 mil mesas que se sometieron a la prueba realizada por la Dirección Nacional Electoral pasaron el ensayo".
“Más allá de las fallas que se observaron en el simulacro de transmisión de datos, este sistema es muy vulnerable y no da garantías de seguridad para que el escrutinio se realice sin problemas. Esto puede terminar en un desastre, por eso pedimos que se vuelva al antiguo sistema de actas de escrutinio y telegramas”, propuso.
El Correo Argentino y SmartMatic explicaron que los problemas ocurridos en el ensayo "son normales" y prometieron solucionarlos para la prueba del 20 de julio. La empresa concesionaria negó "dificultades" en el software encargado de transmitir la información electoral.