Mariana, hija de Miguel Etchecolatz, decidió cambiarse el apellido para borrar parte de esa cicatriz que le dejó su padre, a quien considera un "monstruo" y desea "que no salga nunca más" de la cárcel. Por eso, fue a la marcha del pasado miércoles para manifestarse en contra de la aplicación del 2x1 a condenados por delitos de lesa humanidad, como su padre, a quien ya le fue denegado un pedido esta semana.
"Al monstruo lo conocimos desde chicos, no es que fue un papá dulce y luego se convirtió. Vivimos muchos años conociendo el horror. Y ya en la adolescencia duplicado, el de adentro y el de afuera. Por eso es que nosotros también fuimos víctimas", dijo Mariana D. en una entrevista con la revista digital Anfibia.
"Nunca existió un vínculo real con él. Me produjo inconmensurables angustias, huellas de traumas infantiles, a eso se le suma lo que todos nos fuimos enterando sobre su rol criminal en el terrorismo de Estado. Fue la encarnación del mal en todos los ámbitos", agregó.
"Si te vas, te pego un tiro a vos y a los chicos", le decía Etchecolatz a su mujer, cuando ella quería escapar con sus tres hijos.
Por último, Mariana contó: "Todos nos liberamos de Etchecolatz después de que cayó preso por primera vez, allá por 1984. Vivíamos en Brasil porque era jefe de seguridad de los Bunge y Born, y regresó pensando que era un trámite. Al principio lo visitábamos, pero después mi madre, María Cristina, pudo decirle en la cara que íbamos a dejar de verlo".