Sin rodeos, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, volvió a expresar su respaldo a la políticas fiscales desarrolladas en el último año por la administración de Mauricio Macri, después de que la oposición política le avisara al organismo multilateral que hay que renegociar.
El Gobierno de la coalición Cambiemos firmó el año pasado un acuerdo crediticio Stand-By por unos 56.300 millones de dólares –del cual el 88% llegará en la gestión Macri- que el país deberá empezar a devolver a partir de junio de 2021.
Este jueves el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, le dijo a dos representantes del organismo que llegaron a la Argentina que habrá que renegociar el acuerdo. Y Roberto Lavagna, postulante a la Presidencia por Consenso Federal, ya le anticipó que los pagos deberán ser aplazados.
Hay un consenso en la oposición política sobre que la Argentina no estará en condiciones de abonar las cuotas trimestrales que exige el acuerdo, porque su economía primero necesitará crecer y consolidarse después de casi ocho años de estancamiento en el promedio experimentado por el Producto Bruto Interno (PBI).
Sólo en 2020 el próximo Gobierno –sea quien sea el Presidente- deberá abonar 15.200 millones de dólares en intereses de la deuda externa, 16.700 millones en amortización de capital y 9.500 millones por vencimientos de LETEs, LECAPs y LECERs. Es decir, un total de 41.400 millones de dólares.
Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental y Trevor Alleyne, representante residente del FMI en Argentina dijeron que sus encuentros con dos de los candidatos a la presidencia fueron “muy productivos”, pero evitaron dar algún otro tipo de detalles.
Después de las reuniones en Buenos Aires entre los representantes del FMI con Fernández y Lavagna, Lagarde estrechó la mano del Presidente Argentino en la ciudad japonesa de Osaka donde se desarrolla la cumbre de líderes del G20.
Allí, la funcionaria internacional apoyó las reformas fiscales emprendidas por el gobierno de Argentina. "Reiteré el apoyo del Fondo al programa de estabilización económica de Argentina y los continuos esfuerzos de políticas para abordar las vulnerabilidades económicas, incluida la reducción de los desequilibrios fiscal y de cuenta corriente del país, y el combate decisivo de la inflación", informó Lagarde en un comunicado.
“Estos esfuerzos están comenzando a dar resultados y deberían sentar las bases para el retorno de la confianza y el crecimiento”, añadió Lagarde.
Argentina, tercera economía latinoamericana, entró en recesión en 2018 tras dos estampidas cambiarias que dispararon la inflación y llevaron al gobierno de Macri a pactar un plan con el FMI, casi como única alternativa para evitar un default que parecía inminente después de que se le cerraran al país las puertas del mercado voluntario de deuda.
Ahora, la crisis económica es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos argentinos antes de los comicios de octubre, en los que el jefe de Estado buscará la reelección para un nuevo periodo de cuatro años, enfrentándose a otras ocho fórmulas presidenciales entre las que se destaca el Frente de Todos, que lleva como candidata a la vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner.
