Desde octubre de 2018, miles de migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba, Haití y diversos países africanos y asiáticos, han ingresado a México a través la frontera sur. Ante el aumento de la inmigración ilegal y de solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos, el presidente Donald Trump amenazó en mayo con imponer aranceles a las importaciones mexicanas.
Pero, tras un acuerdo, México se comprometió a enviar miles de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera para contener la migración. A cambio, Estados Unidos retiró la amenaza de los aranceles.
Sin embargo, cientos de personas intentan todos los días llegar ilegalmente al territorio estadounidense. En este contexto, la imagen de los cuerpos sin vida de un padre y su pequeña hija recorre el mundo y estremece a quienes la ven.
Los cadáveres fueron hallados a un kilómetro del puente internacional que comunica la ciudad de Matamoros con la localidad estadounidense de Brownsville, Texas. Ambos fueron arrastrados por la corriente cuando intentaban cruzar por el Río Grande.
Tania Vanessa Ávalos, esposa y madre de los fallecidos, contó que el agua se llevó primero a la niña de un año y 11 meses, y que su padre -Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años- fue en su ayuda. Los cuerpos fueron recuperados horas más tarde por las autoridades mexicanas.
Días atrás, una mujer de unos 20 años fue encontrada muerta junto a tres niños en el estado de Texas, cerca de la frontera con México, con señales de deshidratación y sobreexposición.
A principios de este mes, la Patrulla Fronteriza en el Sector Tucson había reportado la muerte de una niña de siete años proveniente de India, cuyo cadáver apareció en el desierto de Arizona. Su madre y su hermana fueron rescatadas horas más tarde y llevadas a un hospital cercano, con síntomas de deshidratación.