El mercado cambiario transita por estos días otra suerte de "veranito", como el que se produjo a principio de año y que permitió que el Banco Central salga a comprar divisas en la plaza. En esta oportunidad, las mejores condiciones permitieron a la autoridad monetaria avanzar con la reducción de las tasas de referencia, que ya acumulan 14 bajas consecutivas.
El Central que conduce Guido Sandleris continuó ayer con su proceso de disminución del rendimiento anual de las Letras de Liquidez (Leliq) en pesos, a las que solamente pueden acceder los bancos.
Mediante sus dos licitaciones, la entidad colocó papeles por un total de $238.362 millones y avaló una caída de 0,8 puntos porcentuales en la tasa promedio, que se se ubicó en el 64,616%.
Así, el rendimiento anual de las Leliq tocó su menor nivel desde el 19 de marzo pasado, mientras que el stock de esos instrumentos supera el billón de pesos (1.141 millones de pesos).
Las Leliq se convirtieron en la principal herramienta de política monetaria en octubre pasado. Poco después de asumir al frente del Central y en el marco del acuerdo con el FMI, Sandleris recurrió a las extremas tasas de esas letras para entusiasmar a los grandes inversores y tratar de dejar atrás la durísima crisis cambiaria que se disparó en mayo del año pasado.
Y desde su implementación, las tasas se movieron al compás de los vaivenes del dólar. Por ello, el pasado 2 de mayo, cuando se produjo un nuevo recalentamiento de la demanda por la divisa norteamericana, las tasas tocaron su pico máximo al ubicarse en el 74,069 por ciento.