El flamante candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, el peronista Miguel Ángel Pichetto, aseguró que mantendrá diálogo fluido con los gobernadores durante la campaña y dejó entrever que podría renunciar a su cargo en el Consejo de la Magistratura la semana próxima.
Al recibir el sábado a Vía País en su casa, ubicada a tres cuadras de la vivienda en la residió Juan Perón y a seiscientos metros de la Quinta de Olivos donde vive Macri, Pichetto defendió su postulación junto el Presidente, a quien venía cuestionando con dureza cuando pertenecía a la desaparecida Alternativa Federal.
El senador criticó el "autoritarismo" de Cristina Fernández de Kirchner y a los peronistas que le son "sumisos". También anticipó que apoyará las reformas laboral, previsional e impositiva. "La moratoria sin aportes tiene que cumplir un ciclo", sentenció. Y se refirió a su diálogo con Juan Schiaretti, cuando le comunicó que saltaba al oficialismo.
-Lo propusieron como vice Gerardo Morales y Ernesto Sánz. ¿Por qué?
Tengo una relación personal con Morales y Sánz. Ellos me habían consultado si estaban dispuesto, porque además era contemporáneo a la esterilización y a la dinámica negativa que había tenido Alternativa Federal. El escenario se estaba achicando. La resistencia de Lavagna de ir a una interna impidió la construcción. El primero en irse fue Sergio Massa.
-Usted estaba en una alternativa a la polarización y terminó en uno de los polos…
-La destrucción de Alternativa Federal fue la que me determinó a optar por una posición más democrática que tiene el Gobierno ante la otra opción más ligada a esquemas autoritarios que tiene Unidad Ciudadana, con parte del peronismo.
-¿Al sostener esto, usted lo plantea como en 1945? ¿Es esto Braden o Perón?
-No lo veo para nada así.
-Pero el Gobierno lo plantea: nosotros o Venezuela.
-No, tampoco. Está en debate el rumbo de la Argentina en un plano de consolidación del espacio democrático, una forma de discusión que tiene que ser de construcción propositiva y no de colisión. Y no hay en el otro sector un aporte a la generación de consensos.
-¿El oficialismo no va a colisión cuando se desacredita a los otros?
-Lo que se dice en el plano de las ideas son elementos que cuentan en el análisis político. Pero indudablemente nunca es bueno la vuelta al pasado. Y los tiempos históricos se agotan y se cumplen: eso ocurrió con lo encarado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Es una etapa agotada, donde el peronismo en el llano hubiera necesitado un debate más democrático. Sino aparecen decisiones personalistas, casi autoritarias, tipo “el candidato es fulano”, y el partido mira la bandera. Hay una actitud de casi sumisión de sus principales dirigentes peronistas. Eso también me aleja.
-¿Alberto Fernández puede ser "el Cámpora" de Cristina?
No voy a hacer ese tipo de consideraciones. Sólo digo que si analizas la fórmula de Juntos por el Cambio, el poder de la fórmula, los votos, la decisión política, la voluntad de apertura, está en la figura del Presidente. La otra fórmula tiene una anomalía desde el punto de vista político, está invertida: es la candidata a vice la que tiene el poder de los votos, un poder de movilización importante, organizaciones sociales, grupos, que construyen una mística a ese espacio y el da identidad.
-¿Qué le responde a los que dicen que usted es el vice de Wall Street? Es que en abril estuvo allá y tiene relaciones con el HSBC.
Tengo un profundo conocimiento de ese espacio. Durante muchos años, aun durante el kirchnerismo, recibí la visita de fondos de inversión y de bancos. Cuando vienen dialogan también con la oposición y he ido construyendo un vínculo que me permite tener una agenda y un conocimiento del sector. Pero yo no soy un candidato de Wall Street. Lo que dije en Wall Street es lo que debe decir cualquier argentino bien pensante: que el peor escenario para Argentina es el default.
-¿El kirchnerismo dice que irá a un default o que hay que renegociar la deuda?
-Hay algunas expresiones políticas que provienen del otro sector, atenuadas, que lo dicen. Y hay una memoria histórica sobre el gobierno de la ex Presidenta que no resolvió el tema de los holds out, que está instalada en Wall Street. Si lo hubiera cerrado, habría hecho una tarea muy notable desde el punto de vista de resolución de la deuda del país. Hizo los dos primeros canjes, resolvió el tema del Club de París. Pero en esa etapa primaron algunos sentimientos facilistas en término de tribuna, que hacen daño. Eso está en la construcción colectiva, por eso abre dudas. También la expresión de algunos dirigentes cuando dicen que no le vamos a pagar a los bonistas por tres años.
¿Quiénes?
-No voy a dar nombres, no quiero hacer política de personalizaciones porque después recibo agravios personales. Nunca hago política en términos personales.
-¿Por qué entonces señaló que Kicillof fue del Partido Comunista cuando esto no es verdad?
-Reflejé un dato de la historia. Que era un joven de la Federación Juvenil con orientación marxista. Formaba parte de una agrupación en Ciencias Económicas llamada Tontos o Retontos, que tenía una orientación marxista. Pero también hay componentes de política económica que llevó delante de intervención del Estado muy fuerte.
-¿Qué más lo acerca al Presidente?
Hay una mirada en el plano internacional. El Presidente ha hecho una diplomacia presidencial muy eficiente: volver al mundo; relaciones con Estados Unidos, Europa, Brasil, afianzar el vínculo con el Mercosur; una pragmática relación con China. Comparto una visión de futuro de modelo democrático para el país. Algunas expresiones que afectan hasta el interés de la propia fórmula Fernández-Fernández en cuestiones que tiene que ver con el Poder Judicial, como la última de Zaffaroni, cuestionada por los integrantes de la Corte.
-¿Considera que los Fernández pueden hacer lo que propone Zaffaroni?
No lo dicen los candidatos, lo dicen actores que son parte de ese submundo. Y esto es lo que me acercó a tomar la decisión ante la convocatoria del Presidente.
-¿Cómo les explica a los ciudadanos su decisión de apoyar a Macri teniendo en cuenta la situación social y económica actual?
Hay una perspectiva de mejora económica en el corto plazo, hay síntomas de reactivación, estabilización del dólar, paritarias en marcha, iniciativas pro consumo de parte del Gobierno, control de las corridas.
-¿No son síntomas de mejora a partir de una situación de deterioro económico y social sostenido durante los tres años y medio?
-La estructura del Estado argentino en 2015 era tremenda, con un déficit fiscal muy fuerte. Eso no fue asumido con la profundidad que requería por parte del nuevo gobierno e impactó fuerte en 2018 con las dos corridas. No niego la realidad, digo que hoy hay una percepción de mejoría que se refleja también en una perspectiva electoral favorable.
-¿Por qué fue entonces crítico de la política económica hasta hace dos semanas?
Seré sumamente prudente siendo apenas candidato. Y mucho más si me elijen de vicepresidente, porque hay cuestiones que son propias del Presidente.
-¿Le costó mucho ser jefe de los senadores del kirchnerismo en los últimos años?
-Los últimos cuatro años de la economía kirchnerista fueron muy malos. No hubo crecimiento del empleo privado, la economía estuvo parada, hubo cepo, control de importaciones, fuerte presión sobre el sector público una inflación de 50 puntos. Y los problemas se resolvían no por vía del endeudamiento externo sino de la emisión monetaria.
-Las principales fórmulas presidenciales tienen un vice peronista: usted, Urtubey y Cristina. ¿Quién cree que expresa mejor el peronismo?
-Eso lo dirá la gente cuando vote. Creo que he sostenido un discurso que está más ligado a la historia del peronismo, que expresa un centro nacional. He recibido apoyo de todo el país; con los gobernadores he hablado pero no les pedí nada porque muchos están dirimiendo sus procesos electorales.
-En lo que resta hasta las Paso y primera vuelta, ¿irá con Frigerio a visitar a los gobernadores?
-Algunas visitas vamos a hacer para activar compromisos con mucha dirigencia de Juntos para el Cambio y con el peronismo que me pueda apoyar. Nosotros tenemos que tener la boleta en todos lados y para eso tendremos presencia territorial.
-Después del triunfo electoral de Cambiemos en 2017 usted criticó la falta de política del Gobierno y de diálogo con la oposición. ¿Teme que eso se repita si Macri gana por amplio margen?
-Desde 2016 alenté la búsqueda de acuerdos estructurales incorporando a una parte del peronismo que tenía voluntad de acompañar. Dialogamos sobre este tema con Ernesto Sanz. Ahora voy a ser parte de un gobierno y mi rol fundamental estará en el Congreso. Quiero que quede claro para que no salgan a decir que quiero cargos en el Gabinete. No he puesto condiciones. Sólo me interesa ser parte de un gobierno que permita sacar a la Argentina de la crisis, incorporarse a una mirada moderna, de mayor consenso democrático.
-Un dirigente peronista que estuvo el viernes en el asado con usted dijo que Macri había incorporado a un político, no a un CEO.
-No tengo desprecio por quienes vienen de la actividad privada. Pero yo asumo la política de una manera profesional, de dedicación tiempo completo. Conozco el Estado, sé lo que es ser parte de un Gobierno, la disciplina; que no hay espacio para libres pensadores. Creo que el Presidente ha reivindicado conmigo un esquema de apertura y seguro que está dispuesto a hacerlo con otros de otros espacios, y de mi partido. A mí me dicen que fui menemista, duhaldista, kirchnerista, y yo me la banco… (ríe). No dramatizo tanto… porque es parte de mi historia. Carlos Menem me saludó en Twitter… yo también hablé con él y le tengo un gran respeto personal. Fue presidente de la República durante diez años. Hablé con él y me alentó. También hablé con Eduardo Duhalde…
-¿También lo alentó?
-Fue razonable y considerado. Carlos Menem fue mucho más asertivo. Daniel Scioli también me llamó y me dijo que compartía. Hay muchos dirigentes que me están llamando, no quiero dar nombres para no involucrarlos. Estamos construyendo una posición dentro del peronismo no kirchnerista que va a ser muy importante. Un peronismo democrático, republicano, que tiene que colaborar en la tarea de recuperar la Argentina y de construir una mirada dirigida a la unidad nacional.
-¿Cree que está abriendo una puerta?
-Sí, claro. Siempre los hechos que producen un cambio, una ruptura, una fractura en determinado momento de la historia, son hechos de riesgo. Sí, creo que estoy abriendo una puerta.
-Carlos Melconián dijo que si el gobierno no renegocia la deuda con el FMI, el país va a un default.
-Carlos es un gran economista y debe tener elementos económicos para decir lo que dijo. En lo político creo que hay que expresar una voluntad de pago. Creo que es un mensaje mucho más fuerte para los mercados, que tiende a evitar la volatilidad y darle previsibilidad a la Argentina.
-Los banqueros temen que pueda haber un plan Bonex o una fuerte devaluación para rescatar las Leliqs…
-No, no veo ningún tipo de riesgo. La tarea la hace el ministro de Economía y si el Presidente confía en Dujovne. Ese elemento nadie lo analizó. Está totalmente descartado. El Presidente quiere ir cumpliendo cómo va mejorando la economía real, cómo se estabiliza definitivamente la Argentina, tener un tipo de cambio que sea competitivo para las exportaciones y de equilibrio que también aliente el consumo. Gerchunoff, que es un gran economista, dice que este es el momento más complejo: alentar exportaciones y que el pueblo puede aceptar para tener niveles de consumo razonables.
- ¿Le parece sostenible el sistema de créditos hipotecarios en UVA, dado que los salarios suben menos que la inflación?
-La información que tengo de los bancos es que ha habido muy pocas causas de mora; la gente está muy comprometida y está cumpliendo… -Las organizaciones de deudores dicen que la gente cumple porque deja de lado todo el resto de sus gastos pero no perder la casa… -Esas son medidas económicas que la deberá valorar el nuevo gobierno. No puedo hacer ahora valoraciones de ese tipo.
-Si Macri resulta reelecto, es de esperar que su gobierno avance con tres reformas: la impositiva, la previsional y la laboral.
-Mi agenda va a ser la del gobierno.
-¿Pero tiene una opinión?
-Claro. Yo he presentado una iniciativa que es la construcción del Acuerdo Económico y Social. Algunos temas superan lo parlamentario. Requieren de una comprensión del conjunto de la sociedad y de una participación muy fuerte del sector empresario y del sector trabajador en la mesa del acuerdo y eso después puede trasladarse al Congreso. Sobre la previsional hay que analizar algunas cuestiones. Habrá que ordenar algunas variantes del sistema.
-¿Por ejemplo?
-El tema de la moratoria sin aportes es un mecanismo que tiene que cumplir un ciclo. Es importante para cuidar la futura jubilación del trabajador. Hubo un ciclo expansivo del gasto público producto de una década de crecimiento. Mucha gente que no tenía aportes se pudo jubilar. Ese modelo difícilmente es sostenible. Algunos con sus postulas facilistas terminan haciendo más daño.
-¿Va a seguir en el Consejo de la Magistratura?
-No voy a dramatizar el tema. Voy a hablar con los compañeros (del Bloque Justicialista) el martes, y analizaré con ellos el tema. En esos cargos yo me manejo con mucho equilibrio y ecuanimidad. No acostumbro a prejuzgar a ningún magistrado. No me he comprado la grieta entre Dolores y Comodoro Py. Ramos Padilla tuvo todas las garantías procesales en la Magistratura. Si realmente hay un planteo de los compañeros del espacio federal que compartimos… No voy a hacer de esto una batalla.
-El juez Ramos Padilla tuvo la mejor calificación para ser juez electoral en la provincia de Buenos Aires y el Gobierno lo vetó. ¿Qué opina?
-Son decisiones de naturaleza política. De una terna que le eleva el Consejo de la Magistratura y que pasa por el Ministro de Justicia, el Presidente elige a uno. Puede elegir el primero o el tercero. Es una discrecionalidad que le da la ley. Esto también lo hacía la expresidenta.
-Hay una línea discursiva del gobierno que dice que la causa de Dolores fue armada para voltear la causa de los cuadernos…
-No voy a hacer una apreciación. El juez Ramos Padilla cuenta con todos los elementos para defenderse de la denuncia que recibió en el Consejo de la Magistratura. Tiene derecho a la defensa.
¿Qué opinión le merece que un fiscal que no se presente a cinco llamados a indagatoria?
-Me parece que hubiese sido bueno que se presentara. El fiscal ha dado algunas explicaciones. Tampoco quiero se analista de la temática judicial.
-Un informe de un relator de la ONU cuestionó la filtración de escuchas judiciales…
-Si un juez ordena escuchas en una cárcel donde el ducto telefónico es compartido por todos los presos, todas las escuchas que no corresponden a la indicada por el juez deben ser eliminadas. Eso lo dicen la ley. No entiendo cómo esas cosas se filtran y tampoco le hago cargo al periodista por publicar un material de ese tipo.
-¿Coincide que la política se ha judicializado, como ocurre particularmente en Brasil?
-Lo he dicho. Hay una hiperjudicialización. En Argentina también. No lo comparto como tampoco comparto el rigor con que se aplica la prisión preventiva, que se ha convertido en una pena anticipado, en algunos procesos en Comodoro Py. Digo lo que vengo sosteniendo. Este criterio debe regular la vida para el futuro porque los actuales funcionarios pueden ser mañana víctimas de procesos parecidos.
-¿Qué dirá en la reunión del martes con sus ex compañeros de bloque?
-Ellos se reúnen y seguramente vamos a hablar. Los conozco desde hace años. He hablado con varios senadores en estos días. Está todo disponible. Estoy preparando la salida del despacho del jefe de bloque, me voy a correr de banca porque no voy a ocupar el centro del Senado porque ese lugar le corresponde al presidente del bloque. Voy a seguir mi trabajo con otros senadores, con Reutemann, con Juan Carlos Romero, con Carlos Menem y con otros senadores que por ahí se suman. No quiero dar más nombres.