El 21 de septiembre comenzará el juicio por el homicidio del empresario brinkmanense Raúl Rosso, el caso mantuvo en vilo a toda la región de Ansenuza durante 15 días en abril y mayo de 2018. El enjuiciamiento será en la sala de audiencias de la Cámara Criminal y Correccional de San Francisco. Se desarrollará ante un tribunal colegiado y 12 jurados populares.
Rodolfo Felix Novarese, el supuesto autor del asesinato, está imputado por "Homicidio agravado criminis causa y alevosía", delito que contempla como pena única la prisión perpetua.
Además, están imputados por "Encubrimiento agravado", Germán Enrrique Gallegos, de Villa Carlos Paz, Diolindo Rubén Alberto Monge, de la localidad de El Tío, Miguel Ángel Martínez, domiciliado en Córdoba capital y Guillermo Natalio Ulloa, de la ciudad de Alta Gracia.
El querellante de la causa es Jordán Joaquín Rosso, hijo de la víctima, que será representado por el prestigioso abogado Carlos Raúl Nayi.
De película
El empresario de implementos agrícolas Raúl Rosso, oriundo de la ciudad de Brinkmann, había sido visto por última vez el 19 de abril del 2018. En adelante transcurrieron 15 lluviosos días de investigación y rastrillaje insaciable por parte de la policía, Grupo Especial de Rescate y Salvamento (G.E.R.S.) y perros entrenados para la búsqueda.
La busqueda comenzó por la zona de Jerónimo Cortés y mientras transcurrían los días las pistas fueron llevando a los investigadores hacia la zona de Villa Concepción del Tío. Allí se hicieron rastrillajes por agua, terrestres y aéreos, recorriendo parte del cauce del río Plujunta sin resultados positivos.
Días más tarde gracias a pistas marcadas por los perros de búsqueda, el rastrillaje se centró en la localidad de El Tío, donde vivía Novarese. Hasta que el 4 de Mayo bajo un temporal de lluvia y frío, en horas de la noche personal del G.E.R.S. y policía, encontraron el cuerpo sin vida de Rosso, enterrado en un campo cercano a la localidad.
Según la investigación, el hecho habría ocurrido luego de que Rosso, le habría prestado una máquina cosechadora a Novaresio quien se desempeñaba como contratista rural en El Tío. Al momento de reclamar la máquina, el empresario habría descubierto que Novaresio la habría vendido, lo cual desato una pelea que terminó con la vida de Rosso.