Con una importante participación de su hijo Jeremías ("Jere Fijo") en el espectáculo y con una sólida banda detrás, Piñón conjugó canciones que lo acompañan desde los comienzos de su carrera como algunos estribillos que se han ido sumando y el permanente diálogo con el público, que es su marca registrada.
"Los chicos siguen siendo niños y ángeles, y esa espontaneidad que tienen, es la etapa más hermosa del ser humano", supo decir unos minutos después en conferencia de prensa, advirtiendo que la complicidad con los adultos abre la puerta a no perder vigencia a la hora de tratar de llegar a los niños de los nuevos tiempos.
"Me es fácil conversar con los chicos y con los adultos, me sale el artista callejero que tiene que entretener a los nietos y a los abuelos para llevarse una monedita", supo completar.
En el show no faltaron los clásicos "Basta de mamadera", "Nene, dejá el chupete", "Vocales que son cinco", "Cepillo, cepillo" y "El dedo es de la mano", que enamoran a los pequeños y colaboran con el trabajo de crianza de papás y mamás.
También "La senda peatonal", su guiño directo a los artistas callejeros, y "Choique, el ñandú", "Lento el caracol" y "Rogadora de lluvias", con las que invita siempre a cuidar el medio ambiente y amar a todos los seres vivos.
El "Chu Chu Ua" fue un fraterno abrazo entre padres e hijos con Piñón, coreado de manera ensordecedora, con la locutora y cantante Coki Ramírez como improvisada invitada especial.
"Creciste, yo envejecí, reíste y yo reí, lloraste y te canté las payasadas que ya sabés" cantó a capella el payaso cantor cordobés en la conferencia de prensa, adelantando frases de una composición en la que está trabajando para conmemorar sus 30 años de carrera.