Mientras se investiga qué fue lo que pasó con Matías Chirino, el joven militar cordobés muerto en Corrientes, vino a la provincia de Córdoba el jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino, Guillermo Olegario Pereda, para entrevistarse personalmente con el padre del muchacho.
El encuentro, al que no tuvo acceso la prensa local, tuvo lugar en el Batallón de Arsenales de Holmberg, la localidad de la que era oriundo este joven subteniente que falleció a causa de una presunta ceremonia iniciática en la que lo habrían obligado a comer y beber en exceso.
Sobre este encuentro, Ezequiel Chirino comentó: “Bajaron todos los jefes del Estado Mayor, de Buenos Aires. Me dieron todo el apoyo. Están totalmente de acuerdo en lo que yo he dicho en los medios, de que fue una atrocidad, una falta de respeto hacia Matías”, dijo a Puntal.
Seguidamente, comentó que los altos mandos de la fuerza “se comprometieron a hacer todo lo posible para que les caiga todo el peso de la ley. Tuve una excelente atención de parte del coronel y de todos”, agradeció.
Finalmente, criticó a “esas 11 personas inadaptadas, que hicieron abuso del poder, son los que manchan al Ejército. Por ese grupo de personas que le hicieron esa atrocidad a mi hijo, involucran al Ejército. Pero esa fiesta no estaba autorizada por el jefe de Paso de los Libres. Nadie tenía autorización para hacer esa fiesta”, denunció.
