En 10 años, el bosque serrano perdió el 24% de las especies que lo habitan

Las razones de esta pérdida de biodiversidad son tres: el crecimiento urbano, el pastoreo intensivo de las vacas y un aumento en la frecuencia de los incendios.

En 10 años, el bosque serrano perdió el 24% de las especies que lo habitan
Sierras Chicas

Un informe de La Voz sobre la pérdida de bosque serrano en Sierras Chicas refleja la grave situación medioambiental de la región Tan complicado es el panorama que el medio cordobés menciona que en la actualidad solo quedan parches de vegetación nativa. Y agrega que en esa porción de territorio cuyos seres vivos han logrado sobrevivir están en una cuenta regresiva.

Así es como un estudio realizado por investigadores cordobeses pudo determinar que en 10 años se perdieron el 24% de las especies que lo habitan.

En el informe se menciona como flora desaparecida a la marcela (Achyrocline satureioides), la carqueja (Baccharis articulata), la margarita morada (Glandularia dissecta) y la malva cimarrona (Anoda cristata), todas con propiedades medicinales o de valor ornamental.

Aunque, también es muy preocupante la situación para el malvavisco (Sphaeralcea cordobensis), la stevia de Achala (Stevia achalensis) y la chilca (Flourensia campestris), especies endémicas de la Argentina, que no habitan en otros lugares del mundo.

El desmonte de las décadas pasadas dejó sólo algunas parcelas o parches - así los llaman en el informe- de bosque nativo.

La mayoría de los parches están ubicados al este de la autovía E-53, muchos de ellos en la estancia Santo Domingo.

También hay una parcela grande en la Reserva La Quebrada. Otras están ubicadas cerca de Falda del Carmen. Pertenecen al ecosistema llamado chaco serrano.

Un estudio de 2003 determinó que había 229 especies entre todas las parcelas. Diez años después, el número bajó a 163. Una buena parte de las plantas relevadas en 2003 ya no estaban (91), aunque en 2013 también encontraron 25 nuevas especies.

El problema es que los parches se quedan sin conexiones entre sí. Todas las especies que desaparecieron de estas parcelas son herbáceas que tienen una vida más corta. Y en general son de baja abundancia a lo largo de paisaje.

En cuanto a los árboles y arbustos no les va mejor. Persisten sólo porque tardan más tiempo en morir, pero luego es probable que no tengan posibilidad de generar nuevos individuos por la falta de propágulos.

Las razones de esta pérdida de biodiversidad son tres: la presión que se ejerce por el entorno, en especial, por el crecimiento urbano; el pastoreo intensivo de las vacas y un aumento en la frecuencia de los incendios.

Para los investigadores, la única forma de detener esta pérdida de especies es la restauración. “Es importante mejorar la conectividad de los parches. Una medida acertada sería avanzar en el corredor de reservas naturales de Sierras Chicas”, sostienen.

Y también apuntan a que se realice un ordenamiento territorial coordinado entre todos los municipios que hay en la región para que se cuiden estos relictos de bosque nativo.

Consecuencias

La destrucción del bosque no es gratuita para los cordobeses, aseguran. Su precio es que también perdamos los servicios que estos ecosistemas les brindan a los seres humanos.

Uno muy sensible para la Provincia es la conservación de las cuencas hídricas que dan agua en cantidad y calidad. Pero también se pierde fauna polinizadora de la que dependen muchas plantas, incluso cultivos; se fija menos carbono, medida clave para mitigar el cambio climático, y desaparece el paisaje natural de las Sierras, que también atrae al turismo.