Desde hace años 40 años, llueve, truene o nieve, Alicia recorre las calles de Bariloche vendiendo diarios. Todos en la ciudad saben quien es, pero pocos conocen realmente la historia que hay detrás de la canillita de Río Negro. Vive en un humilde hogar sin calefacción ni baño y pese a su difícil situación económica, decidió hacer la escuela primaria para aprender a leer y escribir.
Alicia Ghisla tiene 54 años y desde hace 40 trabaja como canillita. Recibe una pequeña pensión que no le alcanza para comprar los alimentos que necesita ni para mejorar su casa. “Cobro once billetes de mil pesos”, reconoció la mujer en diálogo con El Cordillerano.
Durante años Alicia recorrió las calles de lunes a lunes para vender diarios. Todos en el barrio sabían su nombre pero pocos sabían la realidad que vivía. Alicia tiene una pequeña habitación en un terreno familiar con una camita, una cocina a gas y muchas cajas. Al lado suyo viven su hermano y su mamá, quien quedó en silla de ruedas y sus hijos se turnan para cuidarla. A raíz de eso, la canillita solo puede salir a vender diarios los domingos.
La difícil situación que enfrenta la canillita de Viedma
La situación que vive en su casa es muy difícil. Alicia no tiene calefacción y para pasar el frío tiene que prender el horno de la de la cocina a gas, algo muy poco seguro. “Mientras se calienta un poquito, la pieza dejo la puerta abierta porque tengo miedo de morirme mientras duermo”, dijo. Para pasar las bajas temperaturas debe dormir en una montaña de mantas junto con sus dos gatitos.
Como la habitación carece de conexión eléctrica, tampoco se puede instalar una estufa de este estilo porque podría producirse una recarga, algo altamente peligroso, al igual que calentarse con el fuego del horno a gas. “Tampoco tengo baño, así que uso el de mi mamá, pero no puedo ir a cada rato a molestarla”, reconoció Alicia.
Hace un tiempo desde el municipio le llevaron chapas para arreglar el techo, pero fue un trabajo mal hecho y las paredes de su hogar están repletas de manchas de agua. “Vino un hombre que me cobró casi cuatro mil pesos, pero quedó todo mal hecho, no solo sobresalen los clavos para abajo, sino que entra agua por todos lados”, explicó la canillita.
Una ayuda urgente para la canillita de Bariloche
Hoy más que nunca, Alicia necesita ayuda. Su casa demanda mano de obra para sacar las chapas mal colocadas para que no entre más agua y su piso también necesita reparaciones. Pero además de las manchas de agua, su casa está llena de cajas que no están apiladas por en su casa por pura casualidad. “Todas esas cajas las tengo con cosas adentro, así pesan y evitan que se me caigan las paredes encima porque están muy rotas”, explicó.
A pesar de la difícil situación en la que vive y los obstáculos que enfrenta todos los días, desde no tener baño ni calefacción hasta vivir rodeada de cajas para que las paredes de su casa no se caigan, Alicia decidió luchar para concretar sus proyectos. Está cursando la escuela primaria porque “necesitaba aprender a leer y escribir bien”, dijo orgullosa.
Aquellos que quieran ayudar a Alicia con materiales o mano de obra pueden comunicarse con ella al +54 9 2944 96-7260.
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