Durante el período de pandemia que llevó a la sociedad a resguardarse puertas adentro, UISE (Ushuaia Integral Sociedad del Estado Municipal), tuvo que enfrentar un desafío que llevó a plantearse cómo afrontar la situación, cumplir con la operatividad y el mantenimiento de las unidades. Pensar cómo llegar a más lugares y mantener todo el sistema de Transporte Público Urbano de colectivos.
En este sentido Bocchicchio explicó que hubo que adaptarse, porque los recursos estaban destinados a atender la problemática sanitaria. No obstante, armaron un nuevo diseño, el cual funciona, pero reconoció que puede ser mejorado. “Nos falta trabajar mucho, falta invertir, pero vamos en un buen camino”, indicó y mencionó los barrios que, desde su fundación, no contaban con el servicio, tales como: Alakalufes I y II, Identidad Fueguina, 128 viviendas, 8 de noviembre. “Todos esos sectores que están pegaditos, tienen la Línea D”, dijo y recordó que antes la gente debía caminar mucho para estar conectados a las actividades que desarrollan en su cotidianeidad. Lo mismo sucede con la Línea E y los usuarios de la Avenida Alem.
El presidente de UISE, expresó que está en agenda la intención de ir mejorando el servicio y llegar a más lugares a medida que se vaya liberando el servicio y las unidades. Destacó la visión y la responsabilidad del intendente Walter Vuoto a la hora de hacerse cargo del Transporte Público Urbano de colectivos y explicó por qué no se acelera la llegada del servicio a distintos sectores de la ciudad. “Veníamos de un esquema de monopolio privado”, dijo y explicó que las empresas cancelaban las operaciones por falta de rentabilidad. “Dos por tres, la empresa se iba y debíamos llamar a otra urgente, agarrar cualquier cosa y así fue el derrotero de casi 20 años en Ushuaia”.
Ante la necesidad y reclamos, Bocchicchio expresó que es él quien responde los mensajes de las demandas genuinas de los usuarios. “Sirve un montón”, dijo el funcionario, respecto a los reclamos, ya que para él, representa una lectura real de las falencias del sistema o la prestación del servicio y en eso se trabajará para mejorar. En este sentido adelantó que van a trabajar en la implementación del servicio en sectores que aún no cuentan con la prestación, como es el barrio Ecológico, Dos Banderas y la accesibilidad al Aeropuerto. Es un desafío que van a abordar a medida que puedan consolidar el sistema que ya está funcionando y con la incorporación de nuevas unidades. Al momento el parque móvil de UISE asciende a 21 unidades, sin contar 4 que operan en Andorra.
Otro tema importante que se habló fue el estado de las estaciones de espera del colectivo, las “garitas”. Bocchicchio expresó que conoce claramente el estado de las garitas y también recordó que en muchos casos, muchas están en malas condiciones por el accionar de “vándalos” que se dedican a deteriorar el material, en detrimento de los usuarios. Esto también representa un atentado a los fondos municipales, ya que cada garita tiene un valor aproximado de construcción de $500 mil. Cada vez que deben reparar unao realizar mantenimiento, representa una buena cantidad de dinero.
En la actualidad están trabajando en la zona del Barrio Valles de Andorra, donde todas las garitas están deterioradas. “Duele, porque es dinero público. El dinero público es sagrado y cuando lo tenés que utilizar para reparar algo que ya estaba hecho decís ‘otra vez un paso atrás’”, expresó. En la ciudad hay un estimado de 300 garitas ubicadas en diferentes puntos de la ciudad y está planificado, instalar más unidades, las cuales llevarán un nombre de referencia y será puesto en principio por UISE, pero también se va a consultar a los usuarios acerca del nombre que ellos quieran poner a la garita que usan a diario en su zona.