Malena Teszkiewicz, que se desempeñaba como secretaria de Políticas Sociales de la municipalidad de Ushuaia renunció y emitió una carta con los motivos de su alejamiento: "Nunca entendí la función pública como un punto de llegada o un fin en sí misma, la función pública solo tiene sentido si esta puesta al servicio de la comunidad a través de un proyecto político que pueda abrazar a los humildes, protegerlos, restañar sus heridas, en procura de organizar los sectores populares tras un proyecto de comunidad, de provincia, de nación, digno, y emancipador .
Emprendimos juntos un proyecto colectivo, un sueño popular, gestionar el municipio de Ushuaia en el marco de un proyecto nacional que fuera capaz de revertir la ola de frío neoliberal que golpea a nuestro pueblo, a nuestra ciudad y a nuestra provincia desde el 10 de diciembre de 2015.
Pero los militantes, más los dirigentes, tenemos siempre una doble responsabilidad, gestionar y desarrollar de manera eficiente, transparente y transformadora, las tareas a nuestro cargo, sin nunca perder de vista los efectos de nuestras acciones en el proyecto general, y sin nunca permitir que nuestras necesidades, vanidades o mezquindades personales, que tenemos como cualquier mujer y hombre de este mundo, se eleven por encima de las necesidades de nuestro pueblo.
Si permitimos eso, si cedemos ante la tentación del poder personal, pierde sentido todo, porque nuestra palabra y acción dejan de ser sinceras, y nuestras compañeras y compañeros dejan de ser nuestros hermanos de vida y pasan a ser objetos de uso para fines inconfesables.
A nadie se le escapa mi desacuerdo con una estrategia que en post de intentar "garantizar" una supuesta continuidad en la gestión de la ciudad, acepta reforzar una gestión provincial con la que mantuvimos diferencias medulares desde el primer día de gobierno, diferencias que lejos de ser de estilos o de estéticas, encontraron siempre su fundamento en algo tan simple como si gobernamos mirando a Tierra del Fuego, o gobernamos pretendiendo ganar el favor de Buenos Aires, aún a costa de avalar la crisis y los ajustes económicos que provocan tanto dolor en nuestra provincia, llegando de la mano de la desindustralizacion y la desocupacion.
Pero aún más grave que los efectos sobre los fueguinos, no puede ocultarse que esa estrategia puede dañar, de manera impredecible, un proyecto nacional que es la única esperanza de nuestro país, de volver a la senda de la dignidad, persiguiendo una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Cristina Fernandez de Kirchner, es la esperanza de nuestro pueblo, de nuestro país, de nuestro continente, de volver a ponernos de pie con dignidad y futuro.
Como dirigentes, como militantes, tenemos la obligación que todos y cada uno de nuestros actos tengan por finalidad cuidar y fortalecer ese proyecto, y hace un tiempo que hemos perdido ese norte.
Lo primero que debemos hacer los fueguinos es garantizar una gobernación que colaboré con ese proyecto nacional, y todo lo demás es subalterno, siento que hoy, la gestión municipal perdió esa perspectiva.
Con dolor debo reconocer, que día a día, los hechos demuestran que mis argumentos, desgraciadamente, no tienen efecto, que continuamos por un camino que nos lleva hacia el más triste de los destinos del militante, abdicar de sus convicciones por no perder sus "espacios de poder", que si no "pueden" transformar la realidad, no pueden nada.
Tengo 46 años, mi militancia, siempre por convicciones, define mi vida desde hace más de 30, hace 3 años soy funcionaria, y no estoy dispuesta a perder esas convicciones por no abandonar mi "zona de confort".
Mañana seguiré aportando, desde donde sea y pueda, a ese proyecto por el que trabaje durante toda mi vida, pero no puedo ni quiero, dejar de levantar mi voz contra lo que creo nos llevará a la derrota, no en una elección, si no en una batalla mucho más importante que es por la felicidad de pueblo.
Por eso hoy, con la tranquilidad de saber que di lo mejor de mi desde el 10 de diciembre de 2015, con el dolor que significa dejar a tantos compañeros y colaboradores en la secretaria y el municipio, tantos proyectos inconclusos, elijo dejar de ser funcionaria, porque hoy, como siempre, el futuro de nuestra ciudad, nuestra provincia, y nuestro país, nos exige que depongamos nuestras vanidades y sumemos nuestro esfuerzo al sueño colectivo, que gritan día a día compañeras y compañeros en todos los rincones del país. ¡Vamos a Volver! Malena Yuqueri Teszkiewicz" finalizaba la carta abierta a la comunidad.