Nicolae Ceaușescu fue el dictador rumano y una figura polémica en el mundo. Rumania, es un país del sureste europeo conocido por la región de bosques de Transilvania, existen muchas iglesias y castillos fortificados entre los que se destaca el "Castillo de Bran" históricamente asociado con la leyenda de Drácula.
Era un hombre delgado con rasgos marcados, lo podemos comparar con la figura de Drácula con quien él se comparaba, un hombre enjuto, una nariz aguileña, que con la oratoria trataba de compensar esa cuestión física.
Pasada la Segunda Guerra Mundial y cuando todo se encontraba en un proceso de reorganización surge la figura de un líder despótico, comunista que defendía las ideas marxistas, un personaje que, en su adolescencia, 13/14 años, se peleaba defendiendo el comunismo. Es encarcelado varías veces y ahí va cultivando su personalidad, en el año 1940, conoce en la cárcel a quien sería su esposa, Elena. En 1946 se casan y comparten la complicidad en el poder.
Ceaușescu, gobierna Rumania desde 1967 a 1989, bajo un régimen comunista dictatorial. La primera década de su gobierno, estuvo marcada por una apertura hacia Europa Occidental y Estados Unidos, manteniendo una política externa de relativa independencia respecto a la Unión Soviética, incluso llegó a criticar la Invasión Soviética de Checoslovaquia en 1968.
Se mostró en todo momento como un líder abierto, progresista, sin embargo, durante la segunda época de su mandato, el régimen se volvió cada vez más brutal y represivo, llevando a una pobreza extrema a la población.
El matrimonio Ceaușescu era muy amante del lujo, de gastos innecesarios mientras su pueblo comenzaba a sumergirse cada vez más en la pobreza. Las calles de Bucares, capital de Rumania, estaban a oscuras, con bombillas eléctricas muy tenues, como parte del plan de ahorro energético que había impuesto por la fuerza el propio líder. En cambio, él manda a construir el palacio del pueblo, haciendo un gasto innecesario, todo a costa del sacrificio de la población.
Crea la "Securitate", llena de amigos y socios que se destaco por ser una de las fuerzas policiales secreta más brutales del mundo y responsables del arresto y muerte de miles de personas.
En el medio de esta forma de detentar el poder de Ceaușescu y antes de llegar al final de su mandato es simular la manera en que él se vincula con la figura de Drácula, ya él había dicho en un discurso "hombres como yo, aparecen en el mundo una vez cada 500 años", y efectivamente 500 años atrás el mundo se había enfrentado a la crueldad de Vlad Tepes príncipe de Valaquia, entre 1456 y 1462, fue uno de los hijos de Vlad Dracul y pasó a la historia como Vlad el empalador.
Detrás de esto, hay toda una historia temeraria en la que el príncipe Vlad puso freno a la crueldad de los Otomanos, aplicando el método legendario con que torturaba a sus víctimas y sembraba el terror y el miedo. El escritor irlandés, Bram Stoker, se inspiró en el para crear su personaje del vampiro Conde Drácula, que daría lugar a gran cantidad de historias y películas.
Nicolae Ceaușescu legitima su mandato a través de la figura del Vlad el empalador, incluso declarándolo en 1976 "Héroe Nacional" y a partir de ahí van generándose una serie de sucesos que van emparentando la vida. Los restos de Vlad descansan en un monasterio a orillas del lago Snagov.
Ceaușescu era un líder totalmente ateo, enemigo de la fe, rasgo propio de los regímenes comunistas y a comienzos de diciembre de 1989 un pastor luterano es apresado por la policía militar del régimen y a partir de una serie de protestas, una de ellas en Timisoara, que se conoció como la "masacre de Timisoara", el pueblo que nunca había salido a la calle porque temía enfrentar todo el aparato represor del gobierno, pero que estaba colmada su paciencia, decidieron salir.
Ante estos hechos, Nicolae Ceaușescu, decide convocar a una manifestación en su apoyo tratando de redoblar la apuesta para el 21 de diciembre de 1989, convencido y confiado de que la gente lo iba a apoyar, pero solo recibe abucheos y cánticos en su contra.
Él no puede entender la forma en que lo tratan y ahí, en lo que sería su último discurso pronuncia: "camaradas por favor mantengamos la calma", ese fue el comienzo del fin.
Los que lo rodeaban a Ceaușescu decían "si la gente le esta quitando su apoyo, mucho sentido no tenía seguir sosteniendo la dictadura". El 22 de diciembre se fuga con su mujer en un helicóptero y a unos 80 km es capturado por una patrulla del ejército, los mismos que hasta hace dos días atrás le eran leales.
Ceaușescu, como otros tiranos de la historia, no supieron ver "la luz amarilla", las señales que le indicaban que las necesidades básicas de la gente no eran cubiertas, a modo de ilustración podemos decir que las casas en Rumania no tenían baños.
Ese pueblo que fue manso y se concentró, días después al ver la debilidad patente del líder, dijeron "ahora sabemos que la fuerza la tenemos nosotros" y acá es donde se acerca el final de esta cruenta dictadura, donde viendo el que ya estaba sin apoyo tanto de su pueblo como de sus allegados, y no habiendo prestado atención a las "luces amarillas" el poder se derrumba.
Para la navidad del 89, es capturado nuevamente cuando intentaba huir con su esposa y se le hace un juicio sumarísimo por genocidio, atacar la libertad de expresión, daños a la economía nacional y abuso del poder contra el pueblo. Hallados culpables de todos los cargos, fueron ejecutados por fusilamiento.
