En una jornada pacífica el pasado 1 de febrero, cientos de tucumanos y tucumanas salieron a las calles para participar en la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista, una movilización en defensa de los derechos humanos y la diversidad. La movilización, que comenzó a las 18:00 horas en Plaza Urquiza, se extendió hasta la Plaza Independencia, donde se realizaron actos, intervenciones artísticas y discursos que reivindicaron la lucha por una sociedad más justa e igualitaria.
La convocatoria contó con la participación de organizaciones LGBTIQ+, colectivos feministas y transfeministas, organismos de derechos humanos y agrupaciones estudiantiles, entre otros sectores que se sumaron para manifestar su rechazo a los discursos de odio y la violencia política. Entre los principales grupos presentes estuvieron diversos colectivos LGBTIQ+, que destacaron la importancia de la visibilización y la resistencia ante cualquier intento de retroceso en los derechos adquiridos.
Asociaciones presentes hicieron hincapié en la necesidad de fortalecer políticas públicas inclusivas y con perspectiva de género. Por su parte, HIJOS Tucumán y otros organismos de derechos humanos alertaron sobre el crecimiento de discursos negacionistas y autoritarios.
También participaron agrupaciones estudiantiles y ciudadania auto convocada, quienes se sumaron para exigir el respeto a la diversidad y la educación inclusiva.
Un Mensaje de Unidad y Resistencia
Durante la marcha, los manifestantes entonaron cánticos, portaron pancartas y banderas con consignas en defensa de la diversidad y la igualdad. La jornada estuvo marcada por una fuerte participación juvenil y un clima de solidaridad entre los distintos sectores presentes.
Desde la organización del evento remarcaron que seguirán en las calles para defender los derechos conquistados y resistir cualquier tipo de avance de discursos discriminatorios: “Nuestra lucha es por una sociedad sin fascismo ni racismo. No podemos permitir que la intolerancia gane espacio”, señalaron los organizadores.
Con una gran convocatoria y un mensaje contundente, la marcha en Tucumán se consolidó como una de las manifestaciones más importantes en la provincia en defensa de la diversidad y los derechos humanos, reflejando el compromiso de distintos sectores sociales en la construcción de un futuro más inclusivo, justo y amoroso.