Marcos Antonio Paz Posse, uno de los referentes del liberalismo local y una figura reconocida en el sector empresario e industrial de esta provincia, falleció, este sábado, a los 83 años. Desde la década de los años 80, siempre fue una figura influyente y de consulta tanto, en lo político, como en lo económico, en una provincia donde siempre fue fuerte el peronismo. Nació el 12 de abril de 1941 y su padre era Alberto Julio Antonio Paz Posse y su madre Marìa Sofia Rouges de Paz Posse. Tenia 4 hijos: Marcos Ezequiel, María Sofia, María Susana y Ximena.
Era considerado miembro de la aristocracia tucumana porque tenía sus orígenes en una familia tradicional. Sin embargo, con su sencillez, trato amable y culto, cosechó amigos en todos los ámbitos sociales y políticos. Su sepelio, fue un lugar de encuentro de caras conocidas, no solo de la city bursatil y financiera, sino también referentes de la cultura y entidades sociales. Pero además se recordaba su apoyó a la formación de jóvenes líderes, especialmente en economía y negocios. Muchos de sus pupilos ocuparon los principales cargos en la Bolsa de Comercio de Tucumán y en las principales financieras del medio. En su larga trayectoria, se destaca que fue fundador del Banco Asfìn SA; ocupó la presidencia del ingenio Cruz Alta SA; con la empresa Siambón y Zanjas SA, impulsó el primer country de la provincia como el “Siambón Country Club”, ubicado en la zona del Raco. Participó en el Jockey Club de Tucumán, Sociedad Rural, Centro Azucarero Regional, Centro Azucarero Argentino, Bolsa de Cereales Argentina, Lawn Tenis Club, Club Social Raco, entre tantas instituciones.
Apoyó decididamente la incursión en la política de Ramón “Palito” Ortega, y su figura de confianza en sus negocios, Paulino Ríos, ocupó el ministerio de Economía en la gestión del cantante.
En el tema azucarero impulso, en los años 80, una idea de crear un fondo, con aportes de los distintos sectores que componen la actividad, para promocionar el consumo de azúcar ante el avance de los edulcorantes. El tema llegó hasta la presentación de agencias de publicidad con sus propuestas, pero dicen que se truncó por las desconfianzas que había entre los ingenios azucareros tucumanos y los de Salta y Jujuy.