El gobernador Osvaldo Jaldo inaugurará este martes la segunda etapa del servicio penitenciario de Benjamín Paz, lo que elevará la capacidad del complejo a 1.600 internos.
La obra demandó casi dos años y una fuerte inversión provincial, consolidándose como el establecimiento penitenciario más grande y moderno del país.
Durante una conferencia de prensa, el mandatario precisó: “Estamos habilitando la penitenciaría de Benjamín Paz, la segunda y última etapa: cuatro pabellones más, 800 plazas adicionales que sumadas a las 800 que ya tenemos llegamos a 1600 plazas en total”.
El jefe del Ejecutivo destacó que se trata de una obra inédita en la Argentina reciente: “Ninguna provincia de la República Argentina, en este año y nueve meses, tiene un establecimiento carcelario de estas características, hecho a nuevo como lo tiene Tucumán”.
El proyecto enfrentó demoras por la falta de financiamiento nacional. Fondos prometidos nunca llegaron y la construcción quedó paralizada.
“Nos costó mucho esfuerzo, mucho sacrificio. Hicimos un gran esfuerzo financiero, porque los recursos de la Nación estaban atrasados. La provincia empezó a poner una cuota aparte y hoy, gracias a Dios, la estamos terminando”.
La penitenciaría está ubicada en el departamento Trancas y permitirá descomprimir las comisarías, que hasta ahora debían albergar detenidos por falta de espacio en la Cárcel de Villa Urquiza, con más de 100 años de antigüedad. “Con esto vamos a alivianar las comisarías y a tener más policías en la calle para tareas de seguridad preventiva”, subrayó el gobernador.
Con esta habilitación, Benjamín Paz suma ocho pabellones en total y se consolida como un proyecto estratégico para mejorar las condiciones de detención y reforzar la seguridad en Tucumán.