Una farmacéutica del barrio Obispo Piedrabuena contó que, en los últimos días, sufrió ataques por parte de jóvenes que pretendían que les vendan psicofármacos. La mujer, atemorizada por la situación, realizó la denuncia en la Comisaría 10ª.
"El miércoles llegaron tres chicos a la farmacia. Andaban en una moto. Me exigían que les venda psicofármacos. Como no se los vendí, se fueron muy enojados. Estaban agresivos y violentos. Anoche (por el miércoles), ocurrió otro caso. Estaba de turno y un chico comenzó a arrojar piedras contra el local reclamando que le dé pastillas", contó Zunilda Rébola, propietaria de una farmacia de Gobernador del Campo al 700, en diálogo con La Gaceta.
"Fueron dos días de amenazas, estoy muy preocupada", se lamentó. Sobre el hecho, relató que ocurrió cerca de las 23. Explicó que atendía su negocio cuando observó a un chico tirado en la vereda. Entonces, llamó al 911. "Dieron una vuelta y se fueron, no se ocuparon del muchacho", contó.
En ese momento, el joven se levantó y comenzó a gritarle que le diera psicofármacos, mientras lanzaba contra la farmacia piedras y ladrillos que levantaba de la calle. "No rompió el vidrio de milagro, porque el negocio estaba cerrado y con las rejas colocadas", señaló la mujer.
La mujer intentó volver a comunicarse con el 911 pero no lo logró. "Entonces, fui a un destacamento que está a una cuadra de la farmacia. Les pedí que hicieran algo. Ellos llamaron a la comisaría 10ª. Hasta que llegaron, el chico ya se había escondido a la vuelta. Pero regresó apenas los policías se retiraron", explicó.
Como el muchacho volvió a atacar el local, la farmacéutica tuvo que llamar nuevamente a la Policía. "Los esperamos con un grupo de vecinos. El chico estaba escondido en un auto abandonado. Cuando lo llevaban, nos decía que ya iba a volver", agregó.
"En este último tiempo se ha comenzado a dar este tipo de casos. En determinadas zonas hay problemas con este tipo de drogas. Es una situación preocupante", culminó.