El nieto 128 que recuperaron las Abuelas de Plaza de Mayo es un tucumano, se trata del segundo en la provincia. Tiene 42 años y se llama Marcos, este fue secuestrado junto a su madre, Rosario del Carmen Ramos y otro hermano durante la última dictadura militar en el país.
Según detallaron desde Abuelas, Ramos nació el 6 de octubre de 1948 en El Diamante, Santiago del Estero. Esta luego se trasladó a Tucumán y se casó con Ismael Amado Suleiman con quien tuvo tres hijos: Ismael, Camilo y Marcos. Fue secuestrada en dos oportunidades, una mientras estaba embarazada de su último hijo y otra junto a Ismael y Marcos.
Rosario del Carmen era una activa militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores y fue secuestrada en la localidad de San José a principios del 76 cuando llevaba a Marcos en la panza. Luego de varias semanas, la liberaron y el 9 de junio nació su hijo.
Cuando el menor tenía cinco meses fue secuestrado junto a su madre y un hermano en San Miguel de Tucumán. A Carmen la subieron a un Ford Falcon blanco y desde entonces no se sabe nada de ella. En tanto que los chicos fueron trasladados a una casa quinta en Tafí Viejo.
A los siete días, Ismael fue separado de su hermano menor y trasladado a otro domicilio. Allí intentó escapara varias veces hasta que en una de sus huidas logró dar con su tío quién le avisó a su papá y lograron recuperarlo pero de Marcos no supieron más nada.
Sabiendo que el menor de sus hermanos había quedado en manos de los secuestradores, Ismael se acercó en 1999 a la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CONADI) y contó todo lo que vivieron. Y fue recién en 2013 cuando Fondo Permanente de Recompensas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación recibió una denuncia que señalaba a un joven como hijo de desaparecidos. El mismo estaba con una persona imputada por crímenes de lesa humanidad en la provincia.
Estos datos fueron derivados a la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, del Ministerio Público Fiscal, y allí se encargaron de corroborar la denuncia. Luego de confirmar la posibilidad de que sea un hijo de desaparecidos, el caso pasó a la Fiscalía Federal N° 1 y a la Oficina local de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad de Tucumán, estos pidieron la intervención del Juzgado Federal N° 1.
El joven accedió de manera voluntaria a realizarse los estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos y de esta manera encontraron a Marcos, el segundo tucumano recuperado por Abuelas. El jueves recibió la noticia que le reveló su verdadera identidad y se encontró con su familia.
"El caso de Marcos debería contribuir a acabar con el negacionismo, la justificación y el olvido que subsisten en parte de la sociedad y, en particular, en Tucumán. También, demuestra la importancia de fortalecer a los organismos que desde el Estado intervienen en el esclarecimiento de estos delitos de lesa humanidad", señalaron en el comunicado.
Y concluyeron remarcando: "La restitución de Marcos es fruto de datos nuevos a los que nunca habíamos accedido. Nuestros nietos y nietas pueden estar en cualquier rincón. Cualquier información, por insignificante que pueda parecer, quizá resulte la pieza faltante para dar con uno de ellos. Lejos de hacer daño o meterse en asuntos privados, serán protagonistas de sanar parte de la historia de nuestro país que aún duele. Los nietos y nietas lo agradecerán. Y aunque muchas Abuelas ya no estén, las familias, motorizadas por su lucha, podremos lograr ese abrazo postergado".