La simulación de cierre de un barrio vulnerable ante la aparición de un hipotético brote de COVID-19, el primer simulacro de este tipo a nivel nacional, fue analizada por los distintos intervinientes en este evento que tuvo una duración de cuatro horas en la mañana de ayer.
El escenario fue el Liceo Militar Gregorio Aráoz de Lamadrid, que puso a disposición una casa deshabitada, perteneciente a las fuerzas armadas, que se empleó para hacer las veces de un ‘barrio popular’ en el que se simuló la aparición de más de 50 personas infectadas. Esta dependencia militar esta ubicada en la zona noroeste de la ciudad y que paradójicamente esta situado al frente de lo que se conoce “La bombilla”, un barrio vulnerable.
Participaron el Sistema Provincial de Salud, el Ejército Argentino, Ministerio de Desarrollo Social, Defensa Civil, Policía Federal, Policía de Tucumán, Bomberos, Gendarmería y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. La idea rectora, según se informó oficialmente fue: calcular el nivel de respuesta de la provincia frente a un posible brote de coronavirus en algún barrio vulnerable de la ciudad.
La ministra de Salud Pública, doctora Rossana Chahla, priorizó "contar con un plan organizado y coordinado ante la emergencia" y agregó que "el simulacro sirve para analizar las acciones y hacer todos los ajustes y modificaciones que se requieran y que se pueden reforzar en una situación de tranquilidad. Esto nos permite llevar adelante un estudio minucioso, para lo cual grabamos el simulacro". Indicó que además está la "posibilidad de cronometrar las instancias, controlar qué actores se deben activar en cada una de ellas con sus roles específicos delimitados, cuándo deben ingresar los diferentes organismos, como Defensa Civil, Policía y los trabajadores del Siprosa".
El director de Emergencias Sanitarias del Siprosa, doctor Francisco Barreiro, explicó que "si bien Emergencias se caracteriza por realizar frecuentemente simulacros de catástrofe, evacuación y rescate, este es el primero en su clase y características. El despliegue revistió gran magnitud y contó con la movilización y participación de alrededor de 400 personas de diferentes estructuras para llevarse a cabo".
El coronel Rubén García, responsable de los efectivos del Ejército Argentino, destacó que las características que tuvo este "ejercicio en materia de planeamiento, especialmente en su área que se constituye como un instituto, lo cual posibilita el análisis de los pasos y requerimientos para atender una emergencia de estas características, con la disponibilidad de la correspondiente unidad de combate, Regimiento de Caballería Ligero 5 de Salta. Enfatizó que "esto no es más ni menos que el entrenamiento que realiza cualquier unidad de combate, para el día de mañana, mejorar las acciones en el caso de presentarse la situación real".
Por su parte el jefe de policía de la Provincia, comisario general Manuel Bernachi, dijo lo siguiente: "Nuestro personal se capacita permanentemente. Llevamos más de 6.000 personas detenidas por no acatar el aislamiento social dispuesto a raíz de la pandemia. Se trata de recurrir con la menor fuerza posible, para reestablecer el orden y esto es algo para lo que estamos preparados y entrenados con equipos y unidades especiales de nuestra institución".