Avanzan las investigaciones para esclarecer el asesinato de Benjamín Amaya, el pequeño tucumano que fue colgado de un puente en la localidad de Las Talitas.
Según el informe de los forenses, Benjamín se habría defendido. El indicio surgido del informe de los forenses sobre el cuerpo del nene de 4 años inclinó la investigación hacia una nueva hipótesis: la víctima se resistió a un intento de abuso sexual y lo mataron porque conocía al agresor.
La fiscala Adriana Giannoni volvió a dirigir en el barrio Jesús de Nazareth de El Colmenar un operativo para sumar indicios que le ayuden a esclarecer el caso. Insistió con la medida porque los forenses le confirmaron que el menor tenía algunas lesiones superficiales en sus manos y rostro. Esas son heridas llamadas "defensivas", es decir, que se producen cuando una persona se resiste a ser atacada. Al confirmarse que "Benja" no fue abusado, los pesquisas creen que lo mataron porque impidió la vejación y porque conocía al atacante.
Para los especialistas, Benjamín fue captado por una persona que era conocida por el menor. “Los familiares coincidieron que el niño era muy pícaro y que no salía nunca solo de su casa.
La clave para esclarecer el crimen está en las dos horas que "Benja" estuvo desaparecido el jueves pasado, desde que salió de su casa para ir supuestamente a un merendero en la misma cuadra hasta que un grupo de chicos que jugaba en la zona encontró su cuerpo, pero por ahora sigue siendo un misterio.
El otro foco de la investigación está puesto sobre el hombre que fue visto con la víctima poco antes del crimen. La sospecha es que al ver frustradas sus intenciones decidió matarlo para que no lo denunciara. Para eso simuló un suicidio: buscó un cable y colgó a Benjamín de un puente mientras estaba vivo en lugar de ahorcarlo en medio de los matorrales.